estas, por supuesto, son mis opiniones. Si alguien las comparte, bien. Si no, también está bien. Si alguien cree que tienen algún sentido práctico, mejor. Si no, prometo que lo pensaré mejor. No agredo a nadie. No creo tener la razón. He ido aprendiendo a dialogar sin importar mucho quien tiene la razón. Lo importante es si las opiniones o ideas puedan tener algún sentido práctico, así sea para pocas personas.
Son estrategias económicas con fines eminentemente políticos orientados a destruir los Estados soberanos y profundizar la reconfiguración y recolonización del mundo.
El capital financiero induce a la contratación de deudas cada vez más grandes y más difíciles de pagar. Generalmente, en el caso de los Estados, esa deuda insostenible se va estableciendo mediante una asociación cómplice de funcionarios públicos corruptos con banqueros corruptores.
La deuda debe estar sostenida por un plan de inversiones reproductivas que vayan garantizando el pago progresivo de ella e incrementando la riqueza que se poseía antes del endeudamiento. Si se contrata un endeudamiento relativamente insostenible ello suele conducir, en el caso de los Estados soberanos a endeudamientos con la banca internacional, que generalmente tienen como propósito pagar deuda contraída anteriormente. Camino que suele llevar a negociar con el Fondo Monetario Internacional.
Otro camino para arrebatarle soberanía a los Estados es cargar a los presupuestos públicos deudas contraídas por los bancos o más grave aún, el “rescate” por parte de los gobiernos de los bancos, transfiriendo dinero público para cubrir los “malos” negocios realizados por los bancos. Este ha sido un mecanismo que se hizo notorio con la crisis financiera de 2008. De esa manera los bancos en nombre del capital han convertido a las finanzas públicas en una nueva frontera para hacer negocios, en una nueva fuente de acumulación expropiando, especialmente en EEUU y en Europa, a los contribuyentes, es decir a los que pagan impuestos.
Las burbujas financieras se construyen, entre otros mecanismos utilizados por los bancos, facilitando dinero a los Estados, a las empresas, a las familias, a las personas. Pero siempre los créditos quedan sometidos a condicionalidades, que cuando los bancos deciden que el dinero se hace escaso, los riesgos se incrementan y suben las tasas de interés, se convierten en poder de los bancos para someternos, especialmente a los Estados e imponerles políticas fiscales, monetarias, financieras, ambientales, sociales, educativas, limitando el ejercicio de la democracia y de los derechos humanos, en fin de la soberanía y el derecho a la autodeterminación, fundamentos para la existencia de Estados independientes. En Europa tenemos diversos ejemplos de cómo se imponen paquetes neoliberales para someter e incluso destruir a los Estados. El caso de Grecia es emblemático. En el otro extremo está Islandia, que se enfrentó al FMI y a los bancos y se ha mantenido como un Estado soberano.
Así, mediante el endeudamiento, se va facilitando el gobierno mundial de los bancos, pero no de todos los bancos, sino de los grupos hegemónicos, como Goldman Sachs, que está ubicado en el centro de la definición de las estrategias y la toma de decisiones políticas, militares y financieras para la dominación del mundo.
Con las familias y las personas la operación es más sencilla. El neoliberalismo, mediante la idea del Estado mínimo, ha logrado la eliminación de las regulaciones que creaban compromisos sociales a los bancos, que protegían a las personas y a las familias de la avaricia de los bancos, dejando que sean las fuerzas del mercado las que “regulen” las relaciones, que no son simplemente económicas y financieras, sino relaciones eminentemente políticas, relaciones de dominación, pues son los bancos los que van determinando y regulando el comportamiento de “los mercados”, una frase genérica encubridora del poder que realmente mueve los hilos.
Deshechas las regulaciones que trataban, mediante la intervención del Estado, de balancear el poder de la gente frente a los bancos, los bancos se han convertido en verdaderos asaltantes de los presupuestos públicos, familiares y personales. La gente adquirió viviendas con facilidades que luego desaparecieron. A las familias les fueron embargadas las viviendas y luego desalojadas. Quedaron en la calle y endeudadas con los bancos. Hay gente en Nueva York está viviendo en los carros, los que pudieron conservarlos y otros están en plazas públicas. Pero la deuda con los bancos sigue creciendo, pues no hay un gobierno que sea capaz de hacer lo que hizo el Presidente Chávez cuando expropió a los que traficaban con las viviendas y le entregó las viviendas a quienes las habían comprado.
Paradójicamente, cuando en 2008 los
bancos quebraron y se vino abajo entre otros, Lehman Brothers, el gobierno de
EEUU utilizando el dinero de los contribuyentes, en lugar de “rescatar” a la
gente que estaba perdiendo las viviendas, “rescató” a los bancos entregándoles
milmillonarias sumas de dólares. Estos, actuando “racionalmente” ejecutaron las
hipotecas, dejaron a la gente en la calle y usaron el dinero que el Estado les
entregó para ampliar las inversiones en la especulación financiera. Lo mismo ha
ocurrido en España y en todos los países donde se ha aplicado la política
de “rescatar” a los bancos y empobrecer al Estado (que registra déficit fiscal)
y la gente que ha ido perdiendo las viviendas, el empleo y los ahorros de toda
la vida.
Si el gobierno hubiera “rescatado” a
las personas, ellas hubieran podido pagar las hipotecas a los bancos, mantener
las viviendas sin quedarse en la ruina y los bancos, al cobrar las hipotecas,
no hubiesen quebrado o correr el peligro de quebrar. Pero la racionalidad del
capital es otra: era más rentable recibir el rescate por parte del Estado,
quedarse con las viviendas y seguir especulando. De hecho, les pagaron
millonarios bonos a los ejecutivos responsables de la crisis, mientras la gente
quedó arruinada.
El negocio con las tarjetas de crédito
es parecido. Mensualmente se reciben en las buzones de correo que están
colocados en los edificios y casas, tarjetas de crédito que los diferentes
bancos envían. Incluso, la muy exclusiva tarjeta dorada American Express llega
por correo y sólo hay que activarla para comenzar a endeudarse. Todos los
bancos y las tiendas realizan ofertas tentadoras acerca de lo que se puede
lograr mediante el uso de las mencionadas tarjetas, en una clara inducción al
consumo y al endeudamiento. Ingenuamente la gente las recibe y comienza a
gastar. Cuando la deuda crece, están en manos de los bancos y son demandados
para obligarlos a pagar.
Lo que está ocurriendo es un proceso de
expropiación de la población y el consiguiente empobrecimiento, mientras
los bancos se enriquecen. Simultáneamente han surgido empresas especializadas
en prestar asesoría para que puedas pagar y seguir endeudándote.
La economía de EEUU se mantiene, entre
otros factores, sobre la base de la emisión constante de deuda, que es
una manera asegurar liquidez y sobre esa base mantener en movimiento a la
economía. De hecho, la economía de EEUU es una economía súper endeudada y sobre
esa base subsiste.
Como comentaré posteriormente la
posibilidad de generar liquidez para los países pobres y para la población de
menos recursos, es uno de los factores que conlleva a incrementar la
producción, el empleo y a erradicar la pobreza. Sin embargo, los economistas
neoliberales se manejan con la manía del equilibrio fiscal y se oponen a que
los bancos centrales y los gobiernos emitan liquidez para financiar la
economía. El déficit puede ser un instrumento importante si él se multiplica en
inversiones que incrementan la producción, generan empleos, incrementan los
impuestos que se pagan al Estado. En estas condiciones el déficit puede ser
beneficioso, pero los dogmas neoliberales centrados en el equilibrio fiscal,
sólo generan recortes de los gastos, particularmente de los gastos sociales,
recortes que impulsan ondas recesivas que multiplican la pobreza. Ellos
prefieren que sea la banca privada la que asuma la generación de liquidez
vía el endeudamiento y la emisión de diversos instrumentos financieros
vinculados a la especulación.
No puedo cerrar este comentario sin
plantear la siguiente pregunta: ¿hacia dónde van las milmillonarias ganancias que la especulación financiera genera diariamente?
Como he dicho en otro lugar ellas están
nutriendo la súper revolución científico-tecnológica que está en marcha. Esta
revolución (no sé si es mejor llamarla contrarrevolución), va más allá de unos
cambios en los procesos económicos de producción. El poder
mundial no tiene solamente el propósito de acumular ganancias mediante nuevos
descubrimientos y aplicaciones científico-tecnológicas, sino modificar
sustancialmente por caminos que no podemos imaginar, a la humanidad, la
naturaleza, al planeta, incluso, al sistema planetario solar. La
informática, la robótica, la cibernética, las neurociencias, la biotecnología,
la geoingeniería, la biología sintética, la nanotecnología, la guerra y la
violencia generalizada, pretenden, de hecho, asesinar la vida y las diversas
formas de vida, tal como las conocemos hoy, y restaurarlas mediante la ciencia
y la tecnología como en una nueva dimensión de la existencia en la que tanto la
humanidad como la naturaleza, tal como las hemos vivido y conocido vayan
dejando de existir. Esta es una contrautopía diabólica, pero está en marcha.
Aun cuando Ud. no lo crea, en
alguna medida, esto tiene que ver con las luchas que se libran hoy en las
calles de Venezuela. Venezuela y el Presidente Chávez no fueron y no son un
simple eslabón. El Presidente Chávez construyó una cadena de liberación y
solidaridad mundial en la que Venezuela emergió como líder clave de ese proceso
de liberación y se atravesó en el camino como obstáculo para los planes de la
cúpula militar-financiera internacional.
1.2) La recesión es otro proceso que el
poder mundial en nombre de los bancos, trata de inducir para doblegar a los
países soberanos y someter a los pueblos
Venezuela tiene una serie de
reconocidas vulnerabilidades económicas que de hecho, son también relevantes
problemas políticos. Una de las condiciones para resolverlos tiene que ver con
la posibilidad de que la economía pueda crecer con equidad, eliminando la
pobreza, con sustentabilidad ambiental, manteniendo la soberanía y la
independencia nacional, disminuyendo la inflación, corrigiendo los problemas de
escasez, etc., lo que implica una transformación sustancial del modelo
petrolero transnacional.
Varios de los problemas centrales que
tenemos están relacionados con la transformación del modelo petrolero y la
generación de liquidez cuyo tránsito hacia la inversión productiva esté
garantizado. Esto debe marchar como un solo proceso simultáneo de desarrollo de
la propiedad y la producción social, de integración continental y soberana.
Sin embargo, la derecha
nacional-mundial hará y está haciendo todo lo necesario para obstaculizar e
impedir que así sea. Ahora para muchos políticos y economistas el problema es
reducir la inflación a como dé lugar y la solución más a la mano es
reducir la cantidad de dinero en circulación. Para lograrlo, la vía neoliberal
es reducir los gastos, encarecer el crédito, imponer medidas de austeridad
fiscal, lo que probablemente mantendrá la presión para la reducción de los
gastos sociales, frenar los aumentos salariales, la ampliación de las
pensiones, el programa de viviendas, los programas de salud...
Las “guarimbas”, las interrupciones del
tráfico, la destrucción de estaciones del metro y otros edificios públicos, el
incendio de autobuses y otros vehículos públicos, los obstáculos para el libre
desenvolvimiento de la población que provoca inasistencias a los centros de
estudio y de trabajo, la pérdida de vidas y la generación de incertidumbre, ya
deben haber afectado el proceso productivo aparte de la enorme carga que esto
está provocando en el presupuesto público, ya de por sí deficitario. El
mantenimiento de las guarimbas también contribuye a implantar la recesión.
Esas presiones recesivas pueden afectar
los niveles de empleo y de salarios, la recaudación de impuestos y acentuar el
déficit fiscal, fenómenos que pueden impulsar los acontecimientos en la
dirección que la derecha nacional-mundial desea para reducir sustancialmente
nuestra resistencia ante el capital financiero trasnacional. Nuestras
vulnerabilidades frente a los ataques especulativos y la generación de una
mezcla de inflación con recesión, puede tener efectos muy graves, pues ellas
pueden plantear la alternativa de negociar con la banca internacional y por
ende, con el FMI.
Volviendo al panorama mundial diré que
en sí mismos los paquetes neoliberales son recesivos. Recortan las inversiones sociales en salud, educación, seguridad
social, viviendas… Van destruyendo las conquistas laborales, reduciendo
salarios, disminuyendo el empleo y desmontando las empresas que consideran no
“competitivas”, es decir, aquellas en las que el capital financiero no tiene
interés o pueden resultar competitivas frente las iniciativas que ese capital
desee emprender. Van creando un panorama desolador de hambre,
indigencia, quiebras de empresas, etc. Es el capitalismo recesivo de los
tiempos contemporáneos.
Adiós a los procesos redistributivos de
los tiempos del Estado del Bienestar. La demanda agregada se genera en el mercado internacional como la
sumatoria de las compras de los que monopolizan los ingresos desde los más diversos
lugares del mundo en un mercado internacionalizado, con una producción
internacionalizada, con un patrón de consumo internacionalizado dominado por el
capital financiero en el que la producción originada en mercados no
estrechamente asociados a la internacionalización, tiende a ser desplazada,
incluso destruida y no es determinante de los precios y de los flujos de
capital. Los mercados nacionales, incluso los mercados y producciones locales,
que no estén vinculados al mercado mundial, están amenazados por la destrucción
a menos que se sometan a las órdenes transnacionales o que un gobierno soberano
se mantenga firme en la defensa de los intereses nacionales que tienen carácter
solidario y van hacia la unidad de los pueblos y las naciones para rechazar los
intereses imperiales.
Existen muchos ejemplos de cómo el FMI
ha destruido las economías locales y ha sometido y destruido los países.
Somalia es un caso emblemático. Veamos:
A fines de los años setenta, Somalia era un país alimentariamente
autosuficiente, con ganadería y agricultura tradicionales. A principio de los
ochenta, el FMI impuso un plan centrado en la producción para la exportación
(desbaratando la economía tradicional) y en severos recortes fiscales para
pagar la deuda a la banca internacional. Hace 50 años, los ciclos de sequía se
presentaban cada 10 años; hoy se presentan cada dos o tres, por los efectos del
cambio climático. Se impuso la guerra de rapiña y de la autosuficiencia
alimentaria se pasó a la hambruna y a sobreganancias de capital. (Julio
Escalona, 02 de agosto de 2011. Últimas Noticias).
En Venezuela nuestras vulnerabilidades son mayores, pues nuestra
producción interna es muy débil, carecemos de soberanía alimentaria y las
economías locales son incipientes. El modelo petrolero lo domina todo.
Las relaciones transnacionales van
transformando sustancialmente las relaciones sociales, económicas, políticas,
culturales… en función del mundo que el capital financiero va diseñando y
construyendo.
La recesión es un proceso a través del
cual se están reorganizando las fuerzas del capital con el propósito de
reestructurar las bases políticas, económicas, militares, científicas,
tecnológicas, institucionales, las maneras de pensar, conocer... La visión del
mundo, de la naturaleza, de la vida… La transformación radical de la familia,
de las maneras como los seres humanos nos relacionamos entre nosotros y con la
naturaleza, en fin, todo el imaginario colectivo y los espacios donde
habitamos, vivimos y morimos, están siendo rediseñados, sobre la base de la
revolución (contrarrevolución) científico-tecnológica que está en marcha.
También el período de organización de
la producción mediante los procesos Ford-tayloristas, apoyados en la cadena de
montaje, las políticas keynesianas y el Estado del bienestar, fue siendo
desmantelado, entre otros métodos, mediante la recesión, para garantizar el
ascenso de la globalización neoliberal y la mundialización sobre la base del
“Consenso de Washington”.
En conclusión, podemos decir que la
recesión y la guerra son dos caminos que el capital internacional utiliza para
someter a los gobiernos y a los pueblos.
Como bien sabemos, las crisis
capitalistas son el proceso a través del cual el capital se reorganiza,
reorganiza a la sociedad, las relaciones de poder, las relaciones con la
naturaleza… Dada la situación económica que vivimos, la recesión puede
ser utilizada para tratar de derrocar el gobierno del Presidente Maduro y sobre
esa base, tratar de liquidar de raíz al proceso bolivariano. La
recesión es un arma fundamental para destruir los Estados soberanos. Llamo,
una vez más, a detenerse en las experiencias de Grecia e Islandia. Ellas nos
muestran lo que no debemos hacer y algunas de las medidas que podemos tomar.
Islandia es un país que desafió al FMI, a los bancos, llevo a la cárcel a los banqueros responsables de la
crisis, no usó sus fondos financieros para pagar la deuda contraída con la
banca internacional, no se dejó arrebatar la soberanía monetaria al no aceptar
la imposición del euro como moneda, por el contrario, mantuvo y fortaleció su
moneda, la corona y como no le pagó a los bancos ni pactó con el FMI, utilizó
los fondos públicos para el bienestar del pueblo y la superación de la
recesión, consolidándose como un país soberano. Por eso, el monopolio mediático
oculta el proceso de Islandia, por el “mal” ejemplo que representa.
Es bien sabido que Grecia era un país
con un fuerte movimiento sindical y en general, con una respetable tradición de
lucha. Un gobierno llamado socialista afectado por la corrupción, la ineptitud
y las flaquezas frente al capital internacional, presidido por el primer
ministro Giorgios Papandreu. El banco de inversión Goldman Sachs se dio a la
tarea de ponerle la soga al cuello a Grecia. Para someter a Grecia resultaba
imprescindible arrebatarle la soberanía monetaria obligándola a sustituir su
moneda tradicional, la dracma, por el euro (algo parecido a dolarizar la
economía venezolana). Esto se podía lograr por la vía de llevar a Grecia a la
zona euro. Al entrar a la zona euro, como nación, Grecia quedaría dominada por
el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el FMI, la troika que en nombre
del capital financiero domina a Europa. Detrás de ellos están los bancos
alemanes, con menor importancia, los bancos franceses y manejando los hilos, el
sionismo internacional, apalancado en las finanzas mundiales.
Las cifras de la economía griega no le
permitían entrar a la zona euro. Sin embargo los “técnicos” de Goldman Sachs,
se encargaron de maquillarlas, falsificarlas, para lograr que Grecia ingresara
a la zona euro, para la dominación de Grecia por los bancos. Cuando ante la
grave crisis griega Papandreu renunció en el año 2011, el poder financiero
colocó, sin consulta democrática alguna, como primer ministro a Lucas
Papademus, alto ejecutivo de Goldman Sachs y del Banco Central Europeo. Se
radicalizó la crucifixión del pueblo griego por parte de la banca internacional
mediante la profundización de la recesión que deterioró profundamente el nivel
de vida de los griegos, los hundió en el desempleo, la pérdida de las
viviendas, la imposibilidad de cursar en las universidades, la proliferación de
los suicidios y por ese camino se fue destruyendo al movimiento obrero griego y
en general, reduciendo el espíritu de resistencia del pueblo.
Islandia se mantuvo como un país
soberano y se salvó de la recesión. Grecia fue sometido por los bancos, perdió
soberanía y se hundió en la recesión que actúa como “ley de selección natural”
malthusiana: la pobreza se convierte en trapiche que va moliendo la dignidad de
la población, generando desempleo, prostitución, enfermedad mental,
suicidios... Debemos mirarnos en ese espejo y armarnos de la firme
voluntad de que “no pasarán”.
1.3) El monopolio del crédito, la
destrucción de la capacidad de los bancos centrales y los gobiernos para
generar liquidez y capacidad crediticia, es otra de las armas que el capital
financiero utiliza para derrotar a los Estados y pueblos soberanos.
Varias de las batallas que hemos
librado en la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Consejo Económico y
Social (Ecosoc, por sus siglas en inglés), en el G77 y China y en la Segunda
Comisión, tienen los temas anteriores como centro.
De manera muy sucinta diré que esto
tiene como dos grandes vertientes. Si algo necesitan los gobiernos y los
pueblos, particularmente los del Sur (pero también muchos países del Norte,
como lo confirma la experiencia europea), es poder tener capacidad soberana
para adelantar proyectos de inversión que incrementen la producción,
particularmente de alimentos y que les permitan dejar de ser solamente
productores y exportadores de productos primarios y poder diversificar la
producción y las exportaciones. Es decir, fortalecer el mercado interno y
liberarse de la subordinación a la división internacional del trabajo
establecida por la globalización neoliberal. Impedir que la producción de cada
nación siga siendo un departamento, un “taller”, de las grandes corporaciones
transnacionales asociadas a las finanzas globales. Es el desarrollo
desde dentro.
La geopolítica que diseñó el Presidente
Chávez se propuso lograr este objetivo vinculando los procesos de integración
(económica, política y cultural) a la autonomía financiera. Por eso la derrota del Alca, el Banco del Alba, el Banco del Sur y
todos los acuerdos orientados a lograr independencia con respecto al capital
internacional.
Consecuentemente con la lógica de la
globalización neoliberal, cuando en América Latina y el Caribe, el imperio ha
replanteado el relanzamiento del Alca a través de la alianza entre los
gobiernos de orientación neoliberal, es fundamental derrocar al gobierno de
Venezuela. Esa es una de las razones que explica la estrategia de ahora o nunca
para derrocar al Presidente Maduro y la necesidad de la estrategia de aquí y
ahora que debe desarrollar el pueblo de Venezuela y los pueblos del mundo para
derrotar a los desestabilizadores.
Volviendo al tema de la lucha en el
seno de las Naciones Unidas para enfrentar el monopolio del crédito por parte
de las finanzas internacionales a través de los bancos y el FMI, una de las
propuestas que hemos hecho es que los organismos multilaterales impulsen
una milmillonaria emisión de Derechos Especiales de Giro para impulsar el
desarrollo, fondos que serían administrados por un organismo adscrito a la Asamblea
General de las Naciones Unidas, es decir, sería un proceso intergubernamental.
Consecuentemente EEUU y los principales países Europeos han bloqueado esta
propuesta y trabajan para desaparecerla de la agenda. Lamentablemente van
teniendo éxito.
Otra propuesta cuya circulación
tomó cuerpo cuando el sacerdote católico Miguel d’Escoto fue Presidente de la
Asamblea General de las Naciones Unidas para el 64° Período de sesiones,
correspondiente al año 2009, fue el cobro de un impuesto del 1% a las transacciones
financieras internacionales. Ese cálculo está hecho y ello permitiría generar
fondos suficientes para resolver los asuntos pendientes con respecto al Cambio
climático, los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), la Agenda
Post-2015, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la erradicación
de la pobreza, etc. Por supuesto, las potencias imperiales han bloqueado esta
propuesta y casi han logrado que desaparezca de la agenda de las Naciones
Unidas.
El proceso de reconfiguración y
neocolonización del mundo viene afectando a las Naciones Unidas. Hay que
renovar y redoblar la lucha contra ese proceso. Sobre esto he hablado en otra
parte y seguramente lo volveré a hacer. Sobre todo porque el año próximo, 2015,
las Naciones Unidas cumplen 70 años de su fundación y también la Asamblea
General de las Naciones Unidas debe realizará un balance sobre el cumplimiento
de los ODM y hará el lanzamiento de la Agenda Post-2015. Además, se estará
realizando en París, Francia, la COP-21 (Conferencia sobre Cambio Climático
número 21), que debe establecer un tratado jurídicamente vinculante, que
sustituirá al Protocolo de Kioto, para regular las emisiones de gases
invernadero. 2015, pues, es sumamente importante. Se sabe poco que ese
año decidirá las tareas y la agenda de las Naciones Unidas para las próximas
décadas, sea cual sea el planeta que vayamos teniendo, dependiendo de los
desastres climáticos que seguramente sobrevendrán, de las guerras que
probablemente estallen, incluida la posibilidad de una guerra nuclear.
Esta es otra de las razones del poder
mundial para tratar de impedir que el gobierno bolivariano esté en pie para ese
año, pues si es derrocado eso afectaría a la Alba, Unasur, la Celac y al G77 y
China. Hay que trabajar para
cumplir con la consigna del Presidente Chávez: ¡Viviremos y Venceremos!
Seguir trabajando para romper con el
monopolio del crédito que poseen los bancos y el FMI es decisivo para la
soberanía de los Estados y los pueblos y para la posibilidad de construir un
camino de liberación, que para que sea tal, debe
construirse con autonomía respecto al capital y todos los mecanismos,
dinamismos y vericuetos que este ha construido para sostener, multiplicar y
perpetuar la dominación.
1.4) El monopolio del crédito y los
bancos centrales. Como toda
institución, los bancos centrales están sometidos a debate y cuestionamiento.
Teniendo una función y una misión tan relevantes, eso es natural.
Pero la globalización neoliberal viene
desarrollando una ofensiva para debilitar, anular y eventualmente destruir el
papel de los bancos centrales cuando estos se van autonomizando con respecto al
FMI y sus políticas, y se van asociando con los gobiernos para construir
caminos de liberación.
De hecho, el capital financiero
internacional tiene hoy día un poder para generar liquidez y financiamiento
superior al que puedan representar los bancos centrales del mundo. Sin embargo,
en las coyunturas concretas los bancos centrales que decidan actuar
autónomamente con respecto al capital financiero global, pueden tener éxitos
muy importantes para generar liquidez que financie proyectos soberanos.
La liquidez que genere el Banco Central
sólo será inflacionaria cuando se desvíe por los caminos del gasto
improductivo, la corrupción, el derroche o actividades similares. Sólo entonces
se convierte en dinero inorgánico, que no sólo
favorece la inflación sino también la fuga de capitales, empobreciendo a la
población y afectando gravemente los procesos productivos.
Pero eso no niega el importante papel
que el Banco Central de Venezuela, coordinando acciones con el gobierno
nacional, puede cumplir en los procesos de independencia nacional. Esto es lo
que algunos economistas neoliberales tratan de golpear. Pero también es
golpeado desde dentro.
1.5) La importancia de la autonomía monetaria, fiscal y financiera
Haré una aproximación indirecta a este asunto observando las políticas
del Fondo Monetario Internacional (FMI). Si algo implica la aceptación de las
condicionalidades que impone el FMI para conceder o avalar créditos, es precisamente,
la renuncia por parte de los Estados involucrados en la “negociación” (en
verdad, no es una negociación, es una imposición) a esas tres autonomías, que
son interdependientes.
El FMI establece, generalmente, las siguientes condiciones:
1.5.1) Reducción del gasto público mediante la reprogramación y
reordenamiento del presupuesto público.
1.5.2) Eliminación de subsidios y en general de los gastos
sociales, especialmente en salud y educación.
1.5.3) Reducción de los impuestos directos (como el impuesto sobre la
renta) y la modificación de su carácter progresivo (pagan más impuesto los que
más ganan) y el incremento de los impuestos indirectos, que son generalmente
impuestos al consumo (como el IVA) donde proporcionalmente pagan más los que
dedican un mayor porcentaje de sus ingresos al consumo (es decir, los pobres).
1.5.4) Liberación de las tasas de interés dejando que sea el mercado
quien las determine (bien sabemos, que en última instancia las establecen los
bancos), conduce a que sea la banca privada la que monopolice el crédito y de
hecho, vaya determinando la política financiera quitándole prerrogativas al
Banco Central y al gobierno.
1.5.5) Liberación de los controles monetarios dejando que sea el mercado
el que determine la política monetaria y cambiaria, lo que significa que son
los bancos asociados a las finanzas internacionales los que van estableciendo
dichas políticas.
1.5.6) Incluso, esas condicionalidades establecen las políticas
ambientales en la medida que se impulsa la privatización de la naturaleza y el
establecimiento de precios de mercado para los bienes y servicios ambientales.
Como se puede observar el capital financiero va asumiendo la política
monetaria, fiscal y financiera. Particularmente,
si en mala hora triunfa en Venezuela, irá desmantelando la política social,
pues bien sabemos que dicha política está vinculada con las fortalezas de la
base social chavista, con la maduración del pueblo bolivariano. Es probable que
este desmantelamiento no se haga de un día para otro, pero se irá haciendo. Que
velocidad utilizará la ultraderecha siempre dependerá de la relación de fuerzas
y del margen que tengan para reprimir y asesinar.
Por estas y otras razones el capital financiero mantiene una
conspiración permanente contra los Estados soberanos y ataca por todos los
flancos. El objetivo es abrirnos al mercado internacional, a la integración
sobre la base de las relaciones de fuerza establecidas por la globalización
neoliberal. Es decir, a la integración hegemonizada por el capital financiero
que está tratando de derrotar a la integración fundada en los principios de la
cooperación Sur-Sur, la cooperación solidaria, la unidad de la diversidad, la
integración que no se funda simplemente en la economía sino que apunta hacia la
integración de los pueblos, uno de los legados esenciales del Presidente
Chávez.
Ahora estamos en un momento decisivo. Es el momento de la estrategia de
Ahora o Nunca, por eso hemos entrado en la agudización de la Estrategia
Imperial de Ingobernabilidad Permanente, proceso del que trato en mi trabajo
sobre ese tema publicado en Aporrea y en la página de la Red PatriaUrgente.
2) De cómo el capital financiero ha ido
destruyendo la autonomía monetaria, fiscal y financiera de los Estados y
transfiriéndola a los bancos a través del FMI, la Reserva Federal de EEUU, el
Banco Central Europeo e instituciones similares.
Ha sido una conspiración que ha
marchado implacablemente cabalgando sobre las estrategias neoliberales, los
golpes de Estado, los asesinatos, las cadenas mafiosas asociadas al tráfico de
drogas, de personas, el restablecimiento de la esclavitud; la guerra mediática,
la guerra cibernética y robótica, la privatización de los ejércitos, el uso
bélico de las neurociencias convirtiendo el cerebro, el trabajo con el inconsciente
y los imaginarios, en un importante campo de batalla... Y la guerra económica
orientada a destruir la capacidad de los estados para elaborar estrategias
económicas.
2.1) Desde el punto de vista de la
Estrategia Imperial de Guerra Permanente, la guerra económica permanente es un
instrumento decisivo. No se trata sólo de
que en el mes tal se desató una guerra económica. Es que el capital siempre
mantiene una guerra económica contra los pueblos y los Estados soberanos y esta
varía en intensidad según las circunstancias. En el caso de Venezuela y de
otros países, los errores económicos, en algunos casos, pueden ser el resultado
del ensayo y el error, del inventamos o erramos, propio de lo inédito de los
procesos revolucionarios y en particular del proceso venezolano.
2.2) El capital financiero, cuyo modo
de existir es la guerra, ha modificado en la teoría y en la práctica, el campo
de batalla. Hoy, el campo donde se enfrentan
cuerpos de ejércitos, generalmente es el resultado final de las acciones que se
desarrollan en los otros frentes o es un complemento de ellas.
Uno de los principales objetivos del
capital financiero ha sido quitarle fuerza y poder económico a los Estados y
transferírselo a la cúpula militar-financiera que se ha ido construyendo en las
últimas décadas.
2.3) El capital financiero ya no tiene
interés en formas de Estado que hemos
conocido hasta hoy. Ni un Estado colocado aparentemente
por encima de las clases, al servicio del capital, como mediador interclasista,
que dominó el período del Estado del Bienestar, ni tampoco un Estado, el Estado
liberal encargado de la seguridad pública, de la seguridad interna y externa
fundado en el laissez faire (dejar hacer), laissez passer (dejar pasar) y el
respeto a los derechos ciudadanos, a los derechos individuales.
Como he sostenido en otros escritos la
cúpula militar-financiera que pretende gobernar el planeta, ha dado un golpe de
Estado, ha abolido la democracia, los derechos humanos y toda la
institucionalidad jurídica internacional surgida con posterioridad a la Segunda
Guerra mundial. En la medida que viene recolonizando y reconfigurando el mundo,
va destruyendo el carácter multilateral de organismos como la ONU.
2.4) Las estrategias recesivas
significan también unas políticas de destrucción y transferencia de poder desde
los Estados hacia los bancos. Uno de los efectos de la crisis financiera de 2008, que significó la
caída de Lehman Brothers y Merryl Linch, fue precisamente ese.
Hubo varias medidas claves en ese
proceso: uno, el masivo rescate de los bancos quebrados
mediante la entrega de fondos públicos que acrecentaron la acumulación de
capital financiero; dos, la deuda de los bancos, obviamente de
carácter privado, fue transferida a los Estados, lo que influyó seriamente en
el déficit fiscal de estos; tres, sobre la base de la tesis de
que facilitando liquidez a los empresarios privados para que estos inviertan y
se recupere la economía, se legitimó la tesis de rebajarle los impuestos a los
ricos, lo que impactó las finanzas públicas y perpetuó el déficit; cuatro,
el capital financiero convirtió las finanzas públicas, hasta ayer fuente de
poder de los gobiernos, en otra fuente de acumulación de capital financiero.
2.5) En este proceso se consolidó la
transformación de los bancos de intermediarios
entre el ahorro y la inversión para fortalecer la economía real (la
agricultura, la industria), a especuladores financieros, lo que aceleró y
multiplicó la acumulación de capital a niveles desconocidos. Esa súper
acumulación de capital financiero ha sido la base de la monumental revolución
científico-tecnológica de hoy, que prácticamente viene avasallando a la
humanidad y a la naturaleza.
Lo creamos o no, esto ha venido
determinando la eficacia de las soluciones macroeconómicas, generando una
tendencia al predominio de la macroeconomía neoliberal.
3) Revolucionar el modelo petrolero
transnacional es el camino principal para resolver la crisis actual. He abordado este asunto con cierta amplitud en mi trabajo La Petrolia
del Táchira y el Modelo Petrolero Impuesto por el Capital... publicado por
Aporrea y la página de la Red PatriaUrgente.
Espero poder escribir concretamente
acerca de cómo se expresa esto en la presente situación. Por ahora sólo voy a
señalar lo siguiente:
3.1) Es imprescindible resolver el problema
cambiario, la estabilidad del bolívar y en general, la estabilidad
monetaria. Si bien, no se puede adoptar una
liberación total del mercado cambiario, el control de cambios, como lo he
afirmado en otros artículos, debe ser eliminado progresivamente con todos los
cuidados para evitar nuevos procesos de corrupción, de especulación y para
impedir que las reservas internacionales sean succionadas por los especuladores
financieros. Parece ocioso repetir que el control cambiario no sólo no
evitó la fuga de divisas sino que la acompañó con una tremenda madeja de
corrupción que aún no ha sido desarticulada. El bolívar debe recuperar
su capacidad de medio de pago, unidad de cuenta y reserva de valor de
aceptación general.
Esta situación está vinculada con los
problemas en la balanza de pagos, el endeudamiento, etc. y ello tiene que ver,
insisto, con el modelo petrolero. Se trata entonces de una solución de
conjunto.
3.2) Como ya dije esa es una prioridad
resolver los problemas monetarios. Pero como bien se sabe, sin el desarrollo de
la producción y sin el logro de la soberanía alimentaria, no hay soluciones de
fondo a la situación monetaria. Si la moneda no adquiere sostenibilidad y sustentabilidad productiva,
los problemas que vivimos no tienen solución, salvo aquellas que
momentáneamente el mercado y los especuladores que lo manejan, permitan.
3.3) La renta petrolera no puede seguir
siendo una cuenta disponible indefinidamente para realizar cualquier tipo de
negocio, gasto o inversión, sin seguridad de sus resultados, sin
responsabilidad de quienes lo ejecuten, sin seguimiento, sin control y sin
sostenibilidad de mediano y largo plazo, que no sea la apelación a ese especie
de barril sin fondo que se cree es la renta petrolera. Esta herencia de la Cuarta República caracterizada por la
corrupción, el derroche, el nuevorriquismo, el gasto dispendioso e
irresponsable, debe ser erradicada por todos los medios, incluidos los medios
legales y penales.
3.4) La sostenibilidad de la inversión
no se puede seguir garantizando mediante la entrega de nuevos fondos
provenientes de la renta petrolera. Esto ha fomentado la administración ineficiente, la corrupción y
la fuga de capitales. La sostenibilidad debe garantizarse mediante la
reinversión de las ganancias y no mediante la obtención de nuevos
créditos girando permanentemente contra la renta petrolera, para reproducir el
ciclo de quiebra de empresas, rescates por parte del gobierno y enriquecimiento
de los empresarios y nuevas quiebras. Bien que se trate de empresas públicas,
privadas o empresas de propiedad social.
Creo que en este punto vale la pena
recordar la frase de Haydee Castillo de López, ministra del gobierno de Rafael
Caldera en 1969, quien afirmó que Venezuela era un país de “empresarios
prósperos con empresas quebradas”. Esto ha determinado, agrego yo, que a largo
plazo el país se vaya empobreciendo en términos relativos. Ese proceso de
empobrecimiento relativo se oculta mediante el incremento de la producción
petrolera contando con precios que se mantienen altos.
3.5) No se puede otorgar créditos o
divisas para emprender actividades productivas, sin un compromiso de fiel
cumplimiento medido en resultados a través de bienes y servicios creados en un
período determinado. La entrega renovada y continua de
recursos provenientes de la renta petrolera y en general de los ingresos
públicos, sin una contraparte productiva que multiplique lo que se recibe, no
puede seguir siendo la práctica establecida. Ello ha favorecido la corrupción,
el robo, la irresponsabilidad, etc. y a largo plazo, la quiebra de la economía
venezolana.
3.6) La política social debe,
definitivamente, apartarse de la dádiva, de la entrega gratuita de bienes y
servicios. Eso no sólo es un grave error
desde el punto de vista económico y financiero, sino que ha fortalecido la
mentalidad, la llamada “viveza criolla”, a la trampa. Así seguiremos siendo
víctimas de los vicios y costumbres de la dominación. Por eso a la gente se le
entrega una casa y protesta porque no se le da la nevera, la cocina y los muebles
y si se entrega todo eso, protesta porque la nevera está vacía... y así
indefinidamente.
No se trata, simplemente, de apelar a
los mecanismos de mercado. El mercado existe y durante mucho tiempo, quizás
nadie sepa cuanto, estaremos apoyándonos en él. Ahora, como ya dejé
establecido, hay mercados capitalistas y no capitalistas. En ambos nos
apoyaremos, pero, creo yo, apuntalándonos estratégicamente en los mercados no
capitalistas para avanzar más claramente hacia una nueva sociedad, hacia otra
relación entre los seres humanos y entre estos y la naturaleza.
Cuando se entrega una vivienda, por
ejemplo, se está transfiriendo trabajo y riquezas naturales, la gente que
recibe ese bien debe saber que lo va a compensar de diversas maneras. Una
combinación de trabajo voluntario como servicio comunitario, el pago de un
interés con la finalidad, entre otras, de crear un fondo que permita construir
nuevas viviendas, aportes a una caja de ahorro comunal, etc. Los valores de
gratitud, retribución, compensación recíproca deben cultivarse. De lo
contrario, favorecemos la corrupción y la formación de redes para recibir casas
que luego son revendidas o alquiladas. Por eso mucha gente recibe la dádiva y
sigue votando por la derecha, acompañando las políticas de la derecha. No se
debe apelar sólo a políticas de mercado porque ello, entre otras razones, le
quita el carácter pedagógico que debe tener la política social.
3.7) Resulta imprescindible en este
rediseño de los procesos productivos y de la política social, simultáneamente
transformar los patrones de consumo y producción. El modelo petrolero transnacional ha impuesto un patrón de consumo
que supone que las necesidades son ilimitadas y que la producción petrolera
para satisfacerlas tampoco debe tener límites. Por tanto, es necesario
multiplicar incesantemente la producción. En un trabajo publicado por la Red
PatriaUrgente, denominado Ecología y Crisis Civilizatoria abordo estos temas.
Pero lo cierto es que esos patrones de consumo y producción atentan contra la
vida de la humanidad y el planeta. Ellos son los que sostienen y perpetúan la
dominación del capital fortaleciendo los “modos de vida imperiales”.
3.8) De la misma manera el nuevo
proceso de consumo y producción debe respetar y contribuir a la defensa y
multiplicación de la vida y todas las formas de vida. De lo contrario la humanidad irá comportándose, como lo hace el capital,
de manera suicida, pues irá destruyendo las condiciones que le permiten vivir
en el planeta tierra.
3.9) Los ajustes en la relación entre
el bolívar y el dólar que se expresa en un proceso constante de devaluación del
bolívar, significa un ajuste de precios que debilita el salario real. Hay que
encontrar los caminos para compensar esa pérdida de salario real. Hay que estudiar las compensaciones salariales que no tienen por
qué tomar sólo la forma monetaria. Hay que mejorar e incrementar el salario
real con mejores servicios públicos y una vida cotidiana más placentera. Los
subsidios no monetarios pueden jugar un papel relevante.
Esto es determinante sobre todo para un
país como Venezuela, que es un país petrolero. El Modelo Petrolero
Transnacional supone un incremento constante de la producción de petróleo. EEUU
está aumentando la producción de petróleo con una destrucción ambiental sin
precedentes. Sobre esa base estima que en 2018 se convertirá en un país
exportador de petróleo. En algunos lugares las aguas están tan contaminadas,
que aquella que se usa en las residencias familiares, es decir, aquella que se
obtiene abriendo una simple llave, está contaminada con residuos petroleros.
El objetivo V del Programa de la
Patria, que se refiere a la preservación de la vida, lo que supone todas las
formas de vida, obliga a tomar otro camino. Jamás se logrará el bienestar
humano a costa de la vida de los ecosistemas.
3.10) Los procesos de devaluación
permanente, como ya señalé, vienen afectando seriamente a la población. Si a
esto se une la escasez y la especulación con los precios, concluimos en que la
crisis está beneficiando y enriqueciendo a los que más tienen. La reforma
fiscal y el incremento de los impuestos a los que acumulan más ganancias con la
crisis, es una medida de justicia.
4) Hay cierto acuerdo en que no hay
solución monetaria sin solución productiva, el problema es qué camino
productivo tomar
4.1) No puede ser un camino productivo
que garantice el crecimiento económico a como dé lugar, que se mida sólo por un
crecimiento constante del Producto Interno Bruto (PIB), independientemente de
lo que le ocurra a los seres humanos y a la naturaleza. Esta es una discusión que no haré aquí. Algunos aspectos de ella
los he desarrollado en mi trabajo Ecología y Crisis Civilizatoria, que como ya
señalé esta publicado en la página de la Red PatriaUrgente.
Solo diré ahora que para una estrategia
de liberación de los seres humanos y de la naturaleza con respecto a la
opresión del capital, hay que tomar en cuenta varios aspectos involucrados en
el PIB, como los siguientes:
4.1.1) El PIB sólo incluye aquella
producción que se mide en el mercado a través de un precio. Es decir, todo lo
que no tiene precio de mercado capitalista, no queda incluido en el PIB. En consecuencia, sólo la producción que se tranza en el mercado,
como las armas de guerra, queda incluida en PIB. Todo lo que se intercambie
como valores de uso, todo lo que se intercambie fundamentado en relaciones de
solidaridad, queda fuera. En general, una de las vías para el crecimiento del
PIB significa que el capital va invadiendo esferas no mercantiles, destruyendo
valores convivenciales entre los seres humanos y entre estos y la naturaleza.
Es decir, va destruyendo lo que puede marchar en la dirección de construir una
nueva sociedad.
4.1.2) El PIB no discrimina entre
bienes y males. El PIB de las
potencias imperiales está pleno de males como las armas de destrucción masiva,
producción transgénica, fármacos que “curan” y enferman, productos químicos que
están envenenando a la humanidad y al planeta, producción masiva de basura...
Todo esto es crecimiento económico, todo esto multiplica las cifras y porcentajes
del producto per cápita del mundo, de las potencias imperiales y de todos los
países... Lo que no mide es la contrapartida de naturaleza muerta, animales,
pájaros, peces que han entrado a formar parte de la “Primavera Silenciosa” de
Raquel Carlson; de seres humanos asesinados, atormentados, enloquecidos,
destruidos... De las guerras ganadas por las fuerzas imperiales, todas perdidas
por la humanidad y el planeta.
4.1.3) El PIB al no incluir, por
razones obvias la producción e intercambio de valores de uso, no incluye el
fundamento de la existencia de los seres humanos que habitamos el planeta
tierra. Pero no sólo no incluye los
valores de uso, sino que cotidianamente los destruye y al hacerlo, destruye una
parte esencial de lo que puede ser la base para construir un camino de
liberación para la vida y todas las formas de vida.
4.1.4) También parece haber acuerdo en
que es necesario delimitar, por una parte, las áreas que se reserva el Estado, las áreas de la economía privada (dentro de estas, las áreas de la
pequeña y mediana producción), las áreas de la economía mixta y las áreas de la
economía de propiedad social y las interrelaciones, interdependencias y
complementariedades que se puedan establecer entre ellas.
El Estado no puede intentar abarcar áreas
que no tengan valor estratégico, como las empresas básicas y derivaciones aguas
abajo, pero, ciertas empresas que producen bienes de consumo, ¿deben estar en
manos del Estado? El valor estratégico debe ser
el criterio rector de la propiedad estatal, entendiendo que la propiedad
estatal puede favorecer las nuevas relaciones de producción, pero no
necesariamente representa socialismo.
La propiedad social debe ir abarcando y
fortaleciendo aquello que tiene que ver con el futuro de las nuevas relaciones de
producción que van naciendo y que representan el fundamento de la nueva
sociedad.
4.2) Ha habido diversos ensayos y
materializaciones de la propiedad social, pero creo que no se ha hecho un
análisis de las distintas experiencias. Esto es algo imprescindible para no repetir errores, generalizar
las experiencias positivas, cerrar el capítulo de las improvisaciones y pisar
firme en la construcción de un camino productivo (que supone realizar
simultáneamente una revolución cultural), que resuelva la soberanía
alimentaria, la soberanía monetaria, en fin, la soberanía nacional
solidaria, con independencia relativa del Modelo Petrolero Transnacional.
4.3) Hasta hoy, la principal palanca
para la construcción de una nueva sociedad ha sido el petróleo. Creo que llegó
el momento de construir una sociedad que progresivamente sea más independiente
de la renta petrolera, sin lo cual no seremos un país soberano.
Sin desconocer la importancia que el
Petróleo seguirá teniendo, lo que debemos sembrar no es el petróleo, lo que
tenemos que sembrar es otra cultura, la cultura de la independencia con
respecto al mercado capitalista mundial, que de las más diversas maneras, nos
sigue dominando y sometiendo, mediante los patrones de consumo y producción
impuestos y la cultura que ha impregnado los más diversos intersticios de la
sociedad venezolana fortaleciendo los “modos de vida imperiales”. Resulta
imprescindible superar “los modos de vida imperiales” y sus consecuencias. Debo
recordar, que la “siembra del petróleo” en el proceso cuartorepublicano,
fortaleció lo que en mi trabajo anterior sobre la “Petrolia del Táchira”...
mencioné como los “modos de vida imperiales”. Es decir, tenemos que
sembrar la cultura de la solidaridad entre los seres humanos y entre los seres
humanos y la naturaleza para romper con esos modos de vida.
Ello requiere una revolución de las
necesidades, de los conceptos de escasez y abundancia y por supuesto una progresiva
revolución de las relaciones de producción y de las relaciones de los seres
humanos con la naturaleza. Esta no puede seguir siendo una mercancía. Liberar a
la naturaleza de esa circunstancia es una condición para que los seres humanos
también dejemos de ser mercancías.
No podemos entonces seguir hablando de
recursos naturales y de recursos humanos. Sólo desde la visión del mercado,
específicamente desde la visión del capital, podemos seguir considerando la
vida humana y la vida natural como recursos humanos y recursos naturales.
5) Una línea fundamental del proceso
bolivariano debe ser el fortalecimiento de las economías locales y los
mercados locales
Experiencias como la de CVG-Proforca,
que no es la única (la cito porque la conocí de cerca), debe dejárseles
suficiente margen de autonomía para que desarrollen sus propias fuerzas y
darles sólo el apoyo que realmente necesiten.
A veces la inundación de petrodólares
frustra los caminos de maduración autónoma de los procesos productivos que van
naciendo desde la organización popular. Esta manera de sembrar el petróleo tiene el mismo efecto del exceso de
agua que pudre las raíces de las plantas y frustra su crecimiento.
La ayuda externa a las organizaciones
populares mismas debe ser absolutamente complementaria. La gente debe aprender
que esa ayuda desde fuera no debe ser una dádiva, sino una consecuencia del
desarrollo de las propias fuerzas. Es un derecho porque el petróleo le
pertenece al pueblo venezolano, pero es también una deuda que debe ser
absolutamente compensada, devuelta tanto tanto a la sociedad como a la
naturaleza.
El movimiento cooperativo venezolano
tiene una larga historia con las cooperativas de ahorro y crédito, acerca de
cómo generar recursos propios desde las comunidades populares. La “invasión” de
petrodólares ha sido una calamidad al frustrar la maduración de las fuerzas populares
y especialmente, la cultura de la autonomía y la independencia que permiten
liberar los “poderes creadores del pueblo” manteniéndonos en consecuencia,
sometidos a la dictadura de la renta petrolera, que de hecho, es una dictadura
transnacional a través de los “modos de vida imperiales”.
El desarrollo económico que se lleva
por delante todo, que garantiza sin duda la generación de riqueza a costa de
los trabajadores y de la naturaleza, riqueza que generalmente se distribuye
mal, no es el camino de los pueblos ni del planeta. Ese camino es absolutamente
insostenible. Leamos el discurso que pronunció el Presidente Chávez, en
diciembre de 2009, en Copenhague, con motivo de la Conferencia sobre Cambio
Climático No. 15, y encontraremos una radical denuncia de esa situación. Para
mantener el ritmo de desarrollo que la humanidad ha emprendido, se necesitan
varios planetas tierra.
Hay que modificar sustancialmente las
bases de ese ritimo de crecimiento y generar modelos ecológicamente
sustentables. La humanidad no tiene otra opción. Las economías locales y los
mercados locales nos abren rutas que se pueden profundizar sin necesidad de
inundarlas de petrodólares.
6) Las propuestas económicas no pueden
desvincularse de las relaciones de poder mundial
Como he venido sosteniendo en diversos
trabajos:
El poder del capital financiero determina que la autonomía fiscal,
monetaria y financiera de los Estados sea relativa, pues las transacciones
financieras internacionales no son fácilmente regulables, ni siquiera por EEUU.
Es difícil elaborar autónomamente la política económica, incluso sostener
soberanamente el valor de la moneda. (Julio Escalona, Macroeconomía y Poder
Mundial, artículo publicado en Últimas Noticias, en Aporrea y la Red
PatriaUrgente).
Ciertamente, los problemas económicos son específicos. No pretendo negar
esa especificidad, pero generalmente lo esencial de ellos se resuelve en el
campo de la política. El keynesianismo tuvo que ver con unas relaciones de
poder, con el proceso mundial del capital y los conflictos con el socialismo y
los movimientos de liberación nacional.
Como creo haberlo demostrado en mi libro Hacia una Ecología del
Bienestar (editado por la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UCV
en 1998, con la colaboración del Conac y la Editorial Tropikos), las políticas
keynesianas se desenvolvieron como un solo proceso dentro del conflicto
Este-Oeste y la “guerra fría”. Durante todo ese período las corrientes
neoliberales estuvieron al acecho, como buscando su oportunidad.
En verdad, el neoliberalismo es la expresión del capital tal como es.
Del capital triunfante con posterioridad al derrumbe de la Unión Soviética y la
derrota de los movimientos de liberación nacional.
El ascenso del neoliberalismo estuvo muy determinado por el derrumbe de
la Unión Soviética, la crisis del socialismo del siglo XX, la derrota de los
movimientos guerrilleros y de liberación nacional de los años 60 y 70 y el
triunfo del Estado de Israel en la llamada “guerra de los seis días”. Sin estas
y otras circunstancias, el “Consenso de Washington” no hubiese avanzado con
tanta velocidad.
Para el ascenso del capital financiero y su expresión, el neoliberalismo
como visión de la vida y del mundo, fueron necesarios hechos que marcaron los
años 60 y 70, como la derrota de la lucha armada en Venezuela, los miles de
desaparecidos en el Cono Sur latinoamericano; la matanza de comunistas y gente
de izquierda en Indonesia, el asesinato de Patricio Lumumba, la muerte física y
política de Gamal Abdel Nasser después del triunfo del Estado de Israel en la
la llamada “guerra de los sies días”; el asesinato de Luther King, Malcolm X,
la destrucción de los “Panteras Negras” y las revueltas contra la guerra
de Vietnam, en EEUU; las revueltas por la paz y las probabilidades de
guerra nuclear que se desarrollaron en Europa; el movimiento Baader Meinhoff en
Alemania, las Brigadas Rojas en Italia, la invasión a Checoslovaquia; La
matanza de Tlatelolco, el asesinato de Monseñor Arnulfo Romero, la invasión de
Granada, la invasión de Panamá; los problemas de la Tricontinental para unir
las esperanzas y sueños de Asia, África y América Latina y el Caribe, el
bloqueo a Cuba, la muerte de El Che Guevara; esa otra invasión menos comentada
que fue la introducción de la droga entre los jóvenes rebeldes, en fin, la
destrucción, comercialización de la música, los poemas, los cantos, el rostro
de El Che, las consignas... El silenciamiento de los gritos desgarrados de los
torturados, los humillados, los sacrificados, en fin, el asesinato de la
rebelión mundial, de los sueños y esperanzas del Sur, para que el “Consenso de
Washington” y los “Chicago Boys” como sumos sacerdotes del neoliberalismo,
coordinados por el FMI, levantaran sus banderas de horror, sembrando miseria,
hambre y violencia por el mundo y gritando llenos de orgullo “la mejor política
social es una buena política económica” y convirtieran a la macroeconomía
vinculada a las llamadas reformas estructurales en la bandera del progreso. Los
demás fuimos llamados “dinosaurios”, pasados de moda… Como si alguna vez los
que decidimos arriesgar la vida por la independencia y la soberanía nacional,
hubiésemos querido estar a la moda, ser “fashion”…
Una tropa de intelectuales petulantes y “sabelotodos” se expandió por el
mundo, muy bien vestidos, compitiendo por quien hablaba y pronunciaba un mejor
inglés, fundamentalistas “salvadores” de la humanidad mediante la expansión del
mercado capitalista... En torno a ellos crecieron los Pinochet, los Videla, los
Suharto, los Yeltsin, y los niños del mundo comenzaron a dejar de nacer
mientras las madres y los padres morían en las guerras y/o por hambre en los
más variados recodos del mundo del Sur, que nunca se rindió.
Debo recordar que en este marco de espanto y horror, fue creciendo el
debate macroeconómico y las más elaboradas “estilizaciones” estadísticas y
matemáticas y varios premios Nobel fueron entregados. Varios honestos
pensadores supieron levantarse sobre él y con honradez hicieron contribuciones
a las ciencias políticas, económicas y sociales. Algunos nadando a
contracorriente, como Elinor Ostrom.
Algunos poetas venezolanos supieron trascender los tiempos de la derrota
y del ascenso de los “héroes” del mercado y nos dejaron sus versos:
“Regresaremos cantando y más cantando y más cantando”, gracias Chino
Valera Mora. “Yo soy el que toca la noche, / ya te dije que me vuelvo árbol
entre relámpagos: / Vengo de lejos, / de más allá de las casas, /
de más lejos que lo que se pierde en los montes.”, gracias Ramón
Palomares, porque en 1962 nos dejaste “Paisano”. “¿Duerme usted, señor
Presidente? Le pregunto por ser joven apuesto / y no como usted, señor de la
siesta.”, gracias Caupolicán por dejarnos ese poema de 1962. “¡Hurra por los
generales que perdieron el combate y por todos los héroes vencidos!”, gracias
Walt Witman, por el “Canto a mi mismo”. “No es una poesía gota a gota pensada.
/ No es un bello producto. No es un fruto perfecto. / Es algo como el aire que
todos respiramos / y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.”, gracias
Gabriel Zelaya por estos versos que Paco Ibáñez expandió por el mundo
convertidos en canción. Gracias por todos los versos y la “Poesía Trunca” que
Cuba editó como homenaje a ese poema que un guerrillero escribió y fue
encontrado en su morral, manchado de sangre y oloroso a sudor. Al grito que
dejó escrito Jorge Rodríguez, que se quedó retumbando como clarín de combate...
Esos maravillosos y nobles sentimientos no han sido y no serán recuperados por
la globalización neoliberal y sus estrategias de mercado.
6.1) ¿Existen unas leyes económicas de valor universal?
6.1.1) No es cierto. Las leyes vigentes
de la economía se cumplen en el marco de la dominación del capital y en los
procesos de transición donde aún domina el capital o tiene un gran peso desde
variados intersticios de la sociedad. Si existen o van surgiendo relaciones no capitalistas, esas leyes
van dejando de ser ciertas. Me parece que la existencia de unas leyes
económicas de valor universal, dentro de ciertos límites, puede limitarse a una
creencia.
6.1.2) Creo que sólo en una sociedad
dominada por la escasez las llamadas leyes económicas se cumplen. En una sociedad donde predomine la abundancia la tendencia es a la
predominancia de los bienes libres, que no tienen precio. En esa sociedad la
ley de la oferta y la demanda no tiene sentido. Las llamadas leyes de la
economía sólo tienen sentido sobre la base de que exista escasez. Una sociedad
de la abundancia hace ociosas prácticamente todas las explicaciones de la
ciencia económica dominante. Particularmente las explicaciones sobre los
sistemas de costos, precios y salarios. Esas explicaciones tienen
sentido en una sociedad dominada por el capital.
6.1.3) ¿Está muy lejos una sociedad de
ese tipo? No. Pregúntenle a Ricaurte Leonett,
ex-viceministro del ambiente, de agricultura, ex-presidente del Instituto
Nacional de Tierras y de CVG-Proforca. Pregúntenle qué pasó con las
cooperativas que fundó en el norte del Orinoco, en los alrededores del bosque
de Uverito; qué pasó con los huertos familiares, con las lagunas donde se
sembraron peces como una importante fuente de proteínas sin valor económico;
con las cooperativas que comenzaron a manejar los aserraderos, los talleres y
mediante las cuales logró sacar a las empresas transnacionales que se iban
apropiando y manejando el bosque de pinos, y a los sindicatos corruptos
asociados a ellas y a la burocracia pública; qué paso con el proyecto de
viviendas (diseñadas por Fruto Vivas) con madera de pino, muy baratas y
adaptadas al clima del trópico, que podían ser construidas cooperativamente;
qué con la empresa de pulpa de papel (Pulpaca) cuyo proyecto estuvo
listo, el Presidente Chávez le asignó financiamiento y luego se paralizó su
construcción, pese a que estaba diseñada para cubrir el mercado interno y
exportar papel; qué paso con el proyecto de ganadería de doble propósito (carne
y leche) que pudo haber cubierto el consumo de la región y que aprovecharía el
pasto de gran calidad que naturalmente creció entre los callejones del bosque
de pinos... Una cierta burocracia que siempre se opuso a estos proyectos,
aprovechó la salida de Ricaurte Leonett de CVG-Proforca para desmantelar un
proceso que marchaba hacia la formación de un Estado comunal. Todos esos proyectos
y sus ejecuciones fueron llevados adelante como empresas de propiedad social.
Esos proyectos nos liberaban
relativamente del mercado controlado por el capital, generaban una producción
no sujeta a vaivenes inflacionarios provocados por políticas públicas o
privadas, en fin, hacían a esas comunidades relativamente invulnerables con
respecto a las amenazas de guerra económica que el capital permanentemente
desarrolla contra los procesos que lo desafían.
Ese proyecto no se construyó y se llevó
adelante sobre la base de las leyes de la economía, sino sobre la base del amor
altruista, sin apegarse a la dependencia con
respecto al Estado petrolero (sólo para realizar la inversión inicial pues se
trataba de un proyecto de grandes dimensiones), a pocos kilómetros de la faja
petrolífera del Orinoco. Tampoco fue el desacato o el acatamiento de las leyes
de la economía lo que determinó su final. Tampoco esas leyes explican otros
fracasos inducidos en otras regiones del país. Fueron causas políticas.
Entonces, ¿estamos lejos de las
sociedades que puedan funcionar con lógicas distintas a las del capital? El
capital reacciona muy rápido frente a los que considera anticuerpos y
generalmente, tratará de destruirlos desde dentro y desde fuera. En el caso de
CVG-Proforca, utilizó todos los recursos, fundamentalmente desde dentro del
propio proceso bolivariano. Esa lucha sigue planteada. La gente que aprendió,
aprendió. Esa gente y ese aprendizaje están ahí... Como una anunciación, como
una fuente de sabiduría y práctica revolucionaria, haciéndole honor al
Presidente Chávez que siempre los respaldó. Ahí está un firme legado como
camino, como esperanza...
Pregúntenle también a Gustavo Salas y
en general, a la gente que se agrupa en torno a Cecosesola, en el Estado Lara y
estados circunvecinos y probablemente se encuentren con muchas sorpresas, como
las que experimentaron algunos alumnos de la Escuela de Economía de la UCV a
los que yo les impartía clases, en la oportunidad en que, hace casi una década,
invité a Gustavo y a otros miembros de Cecosesola a dar una conferencia. Tuve
que invitarlo una segunda vez. Pero a esos alumnos, absolutamente bien
intencionados, les costaba mucho salirse de la lógica de la ciencia económica
de la que estaban imbuidos. Como dije en esa ocasión, lo que necesitaban esos
estudiantes era pasarse un tiempo en el Estado Lara, compartiendo la
experiencia de Cecosesola. Fuera de las aulas de clase dominadas por la
economía neoliberal. Práctica, más práctica... Para poder pensar y repensar
teóricamente, poder soñar y convertir los sueños en realidad. Debo decir que
Gustavo Salas es un no chavista que tiene décadas tratando de construir otra
sociedad y es un maestro del cooperativismo.
También le pueden preguntar a Hugo
Ávila que anda por ahí por Guayana inventando, errando e
inventando-haciendo-inventando.
Entonces, ¿no debemos estudiar economía
y cerrar las escuelas de economía? Absolutamente no ¿Tampoco hay que estudiar el pensamiento neoliberal? Claro que hay
que estudiarlo. Lo que no podemos es convertir a las disciplinas económicas,
las de todos los matices, en artículo de fe, en creencias.
Lo que sí debemos realizar es una
profunda transformación, no sólo de los estudios de economía, sino de toda la
educación. En ese proceso debemos no sólo revolucionar la educación sino
también, muy especialmente, a todos los que educan.
Tampoco podemos desestimar principios
económicos básicos. Lo que he querido decir y estoy diciendo es que esos
principios, como generalmente ocurre, no tienen validez universal, por tanto,
no funcionan de la misma manera en todas las circunstancias.
6.2) ¿Es extraño que la experiencia
sobre CVG-Proforca que referí en párrafos anteriores haya ocurrido como ocurrió
y que experiencias similares puedan repetirse y se estén repitiendo? No. Los
procesos de cambio, de transición, están llenos de estas experiencias y no vamos ni a morir ni a desistir en el intento. Hay que
erradicarlos por supuesto. Seguiremos intentando. Digo seguiremos porque fui
uno de los asesores de ese proyecto, aun cuando el alma de ellos y su noble
ejecutor, fue Ricaurte Leonett. Es posible que en otra ocasión cuente cómo
amplió y fue diversificando el bosque con otras especies distintas al pino,
cómo lo defendió de los incendios forestales, en fin, cómo fue creando, sobre
la base de la experiencia, de la práctica, una escuela de socialismo, sin
llamarla escuela de cuadros. Es posible que también cuente como anduvo Hugo
Ávila participando de esta experiencia.
Claro que si la experiencia citada
anteriormente y las que le son comunes no se corrigen, impidiendo que se
repitan, el proceso bolivariano podría estarse destruyendo.
6.3) En Venezuela, aun cuando no se conozcan bien todas las experiencias, subsisten, existen y están en desarrollo experiencias productivas y
mercados no capitalistas, que por tanto, no se rigen por las leyes económicas
propias del capital. En las experiencias
de Cecosesola, en la abortada experiencia de CVG-Proforca y otras múltiples y
variadas que se desarrollan por el país, encontramos situaciones muy
aleccionadoras sobre cómo se puede avanzar construyendo nuevas formas de
organización, distribución y comercialización de la producción, que, creo yo,
pueden ir dejando atrás la sociedad capitalista y sus leyes económicas.
Debemos promover un encuentro de
experiencias socio-productivas para ir construyendo a partir de la práctica un
pensamiento y un proyecto socio-productivo ecológicamente sustentable y
económicamente sostenible, en armonía con la madre tierra y unidad de los seres
humanos vinculados por el amor altruista y no simplemente por la ganancia. Una vez organizamos el I
Congreso Nacional de Tecnología Popular, en Mérida, patrocinado por el
Rectorado de la Universidad de los Andes (ULA), por Pedro Rincón Gutiérrez, a
quien le debemos tanto, por tantas circunstancias. Eso fue en enero de 1986.
Ahora tenemos el reto de organizar este magno encuentro de los que andan
creando, produciendo, participando, haciendo, compartiendo, desde la fertilidad
de la tierra, desde el taller de las manos mágicas, desde el laboratorio
obrero-campesino-profesional-académico, donde se pueden ir tejiendo y
entretejiendo sueños y esperanzas. El pueblo “bandido”, las “hordas chavistas”,
hermanadas y hermanados con el pueblo no chavista, tienen la palabra.
Tienen la palabra para decir, entre
otras cosas, que no necesitamos a algunos arrogantes teóricos del socialismo
del siglo XXI, que no se si sean útiles para esa mezcla de sudor y sueños que
andan construyendo los pueblos, tanto en Venezuela como en Latinoamérica y el Caribe
y otros lugares del mundo.
Como sabemos, el mercado es anterior al
capitalismo y hoy existen, en Venezuela y el mundo, diversas e importantes
manifestaciones de mercados no capitalistas. Estos mercados se diferencian de los mercados capitalistas, entre
otras razones, por las siguientes: uno, la relación principal
es entre las personas. Una diferencia
sustantiva es que los mercados no capitalistas no son anónimos, pues hay una
relación interpersonal que está más allá de la relación entre las cosas; las personas siguen siendo personas, no simplemente individuos, y cada
persona tiene una historia, no simplemente es alguien que está, sino también
alguien que es; dos, los
bienes no son simples objetos-mercancía
colocados en la estantería de un mercado: una naranja es una naranja, un pez es
un pez, no una cosa metida en una lata. Los bienes tienen personalidad; las cosas tienen vida propia, con
características específicas, una fruta es una fruta. Tiene una historia, una
procedencia, un sabor que la distingue y generalmente tiene semilla, semilla
que si se quiere, puede ser sembrada, lo que hoy, en un mundo que va siendo
dominado por los productos transgénicos, no es poca cosa. No es un simple
objeto enlatado que tiene un precio o un montón indiferenciado en el estante de
un supermercado; tres, por supuesto, los precios tienen que
ver con la relación entre la oferta y la demanda, pero hay un conjunto de
relaciones subjetivas e intersubjetivas (personales, grupales, compromisos,
benevolencia y altruismo) que influyen en el precio; a un compadre, a un amigo
cercano, no se le vende al mismo precio que a un desconocido, pues el precio no
es una simple relación económica; cuatro, la solidaridad no
desaparece, es un valor que se mantiene y suele estar presente en los actos de
compra-venta. Un ejemplo clásico es la “ñapa”, que consiste en que el vendedor
le hace un regalo al comprador, sobre todo a los niños, pero no lo promociona
como parte de una oferta especial. Es una práctica cotidiana, que no se
considera un costo ni se incorpora al precio; cinco, el
egoísmo no es necesariamente el denominador común de los diversos actos
sociales que se realizan, pues como ya señalé, existe el regalo solidario, no
sólo a través de la “ñapa” sino también como gesto de gratitud. Como son
mercados que se desenvuelven en el interior de la sociedad capitalista, por
supuesto están penetrados por los valores del capitalismo. Pero pueden ser y en
muchos casos lo son, base para nuevas relaciones sociales. Todavía hoy en Nueva
York, cuando se va a tiendas administradas por gente de La India, al final te
hacen un regalo, compres lo que compres.
Personalmente hice una investigación a
mediados de los años 90, sobre la formación de los precios y las relaciones
contractuales, en las ferias de consumo promovidas por la Central de
Cooperativas de Portuguesa (Cecoport).
La formación de los precios estaba
regida por lo que ellos denominaron el “precio ponderado” (informaron que esa
experiencia la habían tomado de Cecosesola, como ya dije, la central de cooperativas
del Estado Lara). De hecho, ese precio era un promedio de los precios de los
productos agrícolas que se ofrecían en la feria, que daba como resultante, en
todos los casos, un precio por debajo del precio de mercado.
También pude observar cómo se tranzaban
los precios de compra al por mayor, es decir, las compras que hacía la
cooperativa a los productores. Este precio se determinaba por los siguientes
procederes:
6.3.1) La palabra como relación
contractual. Se establecía un precio a través de
una conversación entre personas conocidas, no simplemente entre un comprador y
un vendedor y se pactaba no sobre la base de un contrato firmado o notariado,
sino sobre la base de la palabra empeñada.
6.3.2) La garantía de un precio a
futuro. Es decir, Cecoport como comprador y
el productor como vendedor, tranzaban un precio que no se modificaría en el
tiempo. Se podría decir que es una operación similar a la de los mercados a
futuro que el capital financiero ha promovido e instalado. No lo es pues no se
realiza sólo una transacción comercial, esa operación no incorpora en absoluto,
aspectos especulativos y no implica una relación de fuerza, sino de confianza
fundada en el sentimiento de que podemos prosperar juntos sin tratar de
empobrecer al otro.
6.3.3) Cecoport como cooperativa le
compraba a otra cooperativa. Generalmente los
vendedores, miembros de una cooperativa, me contestaron que ellos fijaban un
precio vinculado al hecho de que quien les estaba comprando era otra
cooperativa. Es decir, un precio determinado por compartir objetivos comunes,
como base de una relación solidaria.
6.3.4) En los casos de intercambios
entre cooperativas fundados en el trueque privaban consideraciones
similares a las señaladas anteriormente con las
peculiaridades del caso.
Lo que quiero destacar es que en estas
relaciones no capitalistas (obsérvese que no estoy diciendo pre-capitalistas,
pues se están realizando en el interior de una sociedad capitalista), lo
resaltante es que el componente subjetivo en la relación de compra venta, en la
fijación del precio, tiene una gran relevancia, no determinado por leyes
económicas objetivas, independientemente de que un economista neoclásico podrá
decir que cada quien intercambia por el valor que subjetivamente el bien tiene
para él, pero esa es otra discusión. Lo que yo pude comprobar es que lo
predominante en esa relación era el sentido de cooperación solidaria, no
simplemente mercantil.
El punto de partida de esa relación
estaba condicionado porque, generalmente, todos los participantes de la feria
sabían, que la mayoría de los que participan como organizadores de ella, lo
hacían como un servicio a la comunidad, es decir, como cooperativistas, como
trabajo voluntario, absolutamente honrado, sin procesos generalizados de robo u
otras formas de corrupción.
Cuando el ambiente es un ambiente de
competencia, de batalla de todos contra todos para obtener el mayor beneficio
individual, las cosas funcionan de otra manera: ese es el espacio político y
económico donde se cumplen las leyes de la economía, es decir, el espacio del
Capital.
Me parece importante resaltar que en
esas ferias de consumo y en otras, se tranzan millones de bolívares y muchas
toneladas de productos.
Si las disciplinas económicas
dominantes pudieran admitir que la naturaleza, la tierra, no es un simple
factor de producción, que si se combina
eficientemente con los factores trabajo y capital, proporciona una producción
óptima. Si se admitiera que la naturaleza es mucho más que eso, que es la
fuente de la vida y la vida misma, por tanto, no puede ser una simple
mercancía. Si entendieran esto, quizás pudieran tener otro punto de vista; pero
esto es ecología y la economía académica y/o empresarial, por regla general, no
se avienen con la ecología. Precisamente, al capital le pasa lo mismo.
Otra cuestión que debemos considerar es
que la producción es producción de la vida y para la vida, no simple producción
de bienes y servicios orientados al mercado, con el propósito fundamental de
obtener una ganancia, no la satisfacción de necesidades. Quizás entonces,
podrían revalorizar las leyes económicas y el carácter universal de ellas
ponderando, no solamente como un costo, la sustentabilidad ecológica.
7) El capital financiero ha dado un
golpe de Estado internacional, luego va ajustando cuentas con los Estados
soberanos
7.1) El capital financiero va
destruyendo los procesos y experiencias productivas, que se desarrollen con
autonomía. Incluso, las de signo
capitalista. La revolución (o contrarrevolución) científico-tecnológica en
marcha va dejando fuera los procesos productivos fundados en la generación
anterior de ciencia y tecnología. La recesión y la especulación financiera son
un instrumento fundamental para imponer las nuevas tendencias y procesos
productivos que las nuevas tecnologías van generando. Es un proceso de
destrucción y creación que se alimenta diariamente con la milmillonaria
acumulación de capital financiero, el más veloz y violento proceso de
acumulación de capital que hayamos conocido.
7.2) La destrucción de la democracia y
la negación de los derechos humanos, como lo he señalado, es fundamental. Por eso las cárceles clandestinas, las detenciones sin fórmula de
juicio, la legalización de la tortura, las listas “negras” de ciudadanos
sospechosos de terrorismo que deben ser asesinados bajo la orden del Presidente
de EEUU, la privatización de los ejércitos y las guerras para que ningún Estado
sea responsable de los atropellos y crímenes...
Paradójicamente las guerras, las
agresiones, los golpes de Estado, las agresiones militares, se realizan en
nombre de la democracia, los derechos humanos y la paz. Sólo rigen las leyes
del “libre” mercado.
7.3) Estas son las condiciones para el
libre movimiento del capital financiero, que se desenvuelve sin regulación
alguna, especialmente enlos llamados “paraísos
fiscales”, donde el capital se mueve absolutamente fuera de la ley y ahí
confluyen las ganancias generadas por el tráfico de drogas, de armas, de
personas (lo que incluye la restauración de las más diversas formas de
esclavitud) y cualquier forma de pillaje que se realice en cualquier lugar del
mundo.
Esas masas de capital alimentan la
contrarrevolución científica y tecnológica y también la guerra, los
golpes de Estado, los magnicidios y todas las formas de conspiración contra
cualquier Estado soberano.
7.4) Como he sostenido, el capital
financiero se alimenta de la inestabilidad. Contrariamente a lo que haría un agricultor que para realizar una
inversión necesita estabilidad política, social, del clima y la posibilidad de
prever el futuro sin mayores riesgos, el capital financiero se mueve como pez
en el agua durante los períodos de inestabilidad, recesión, inseguridad, miedo,
incluso de terror.
7.5) La derrota del plebiscito que
propusieron con motivo de las elecciones regionales y locales del 08 de
diciembre del año pasado, les creó una gran frustración pues el Presidente Maduro inmediatamente comenzó a tomar medidas
para regularizar y estabilizar la vida política, económica y social del país.
Entonces, los núcleos más
transnacionalizados de la oposición, los que tienen intereses en Panamá y
Florida, EEUU, es decir, los más vinculados al tráfico de dólares, a la fuga de
capitales, a los paraísos fiscales, es decir, a las inversiones especulativas,
se apresuraron a multiplicar la desestabilización mediante desórdenes públicos,
la agudización de la escasez, la especulación con los precios, las acciones de
francotiradores que han provocado decenas de muertes, la destrucción de bienes
públicos...
Mientras más grande es la
desestabilización, mayores son las ganancias especulativas. Esa es una de las
lógicas de la Estrategia Imperial de Ingobernabilidad Permanente, que se viene
aplicando en Venezuela. También, como contrapartida, más se debilitan las
finanzas públicas, el valor de nuestra moneda y más se empobrece la población.
Por tanto, más se alimenta la conspiración, más puede extenderse. Un negocio
redondo pues se incrementan las ganancias y se fortalecen los negocios en
Panamá y Florida.
8) Una cosa es hablar de economía desde
la hegemonía del capital financiero, que ha desplegado una geopolítica de la
dominación y otra, hablar de economía desde la geopolítica de la liberación.
El artífice fundamental de la
geopolítica de la liberación ha sido el Presidente Chávez. Uno de las bases de
la geopolítica de la liberación es la defensa de la soberanía nacional. Si algo
caracteriza a la soberanía hoy es la redefinición del concepto mismo de
soberanía nacional y en ese proceso una redefinición de las fronteras
nacionales (ver mi trabajo “De la soberanía como atributo del rey a la
soberanía como atributo del pueblo, publicado por Aporra el 06-09-2010).
No hay algo a lo que la globalización
neoliberal se oponga con mayor radicalidad, que a la soberanía nacional
solidaria. Ella ha replanteado y en la práctica desarrolla otra visión de las
fronteras nacionales. Esas fronteras, de hecho, para la globalización
neoliberal no existen. Los límites y las fronteras los van estableciendo las
corporaciones transnacionales que van dominando a los Estados, convirtiéndolos
en agencias de las corporaciones transnacionales y muy particularmente del
mercado mundial. En este proceso la macroeconomía, la política fiscal,
la política monetaria y la política financiera son otro género de problemas,
distintos a como se pueden observar desde las fronteras nacionales.
De hecho, como las fronteras trazadas
históricamente no van concordando hoy con las fronteras que las corrientes
financieras transnacionales impulsan, es difícil que un Estado pueda,
soberanamente, establecer, por sí solo, una estrategia económica. Se lo traga la globalización neoliberal que impulsa las integraciones
comerciales y financieras, por eso desde los grandes centros financieros
mundiales se impulsan los tratados de libre comercio (TLC) que van conformando
las nuevas fronteras determinadas por la geopolítica de los mercados, que no es
otra que la del capital financiero, el capital transnacional del siglo XXI. Me
vengo aproximando a estos temas desde mi libro Hacia una Ecología del
Bienestar, que ya cité, publicado en 1998, pero que estuve elaborando desde
fines de los años 80 y principios de los 90.
La gran visión del Presidente Chávez
fue que vio claramente este problema y por eso, como una voz solitaria, se
levantó ante el mundo enfrentándose al Alca, en Quebec, Canadá, en 2001 y
derrotándolo, en alianza con el Presidente Kirchner, en Mar del Plata,
Argentina, en 2005. Esto partió en dos la historia de la geopolítica
contemporánea. El Presidente Chávez llevó las consecuencias de este hecho hasta
la reconfiguración del continente latinocaribeño y de las relaciones
mundiales. Revertir esa reconfiguración es un objetivo del capital
financiero, por eso, repito, derrocar al Presidente Maduro es una
necesidad esencial para el capital financiero.
Ahora vivimos el momento del
relanzamiento del Alca en la región latinocaribeña y para ello es clave
derrocar al Presidente Maduro como líder del proceso bolivariano. Si no
comprendemos esto, estamos comprendiendo muy poco sobre lo que está ocurriendo
ahora. En este proceso podemos percibir mejor el papel de Panamá, que no está
sola en nuestra región.
El proceso bolivariano está metido en
un torbellino geopolítico que transciende cualquier visión de frontera
nacional, que nos dificultaría tremendamente, incluso, distinguir los amigos de
los enemigos.
Parece que no estamos observando bien
este asunto y nos debatimos todavía en el campo de una macroeconomía de
frontera nacional. Es casi inevitable que terminemos haciéndole concesiones a
la macroeconomía neoliberal que es de carácter transnacional.
8.1) Hay un concepto de soberanía
enraizado en el siglo XIX, en el proceso de fortalecimiento del Estado nacional
moderno, fundado en la competencia interestatal, que condujo a la guerra.
Una de las razones fundamentales de la
Estrategia Imperial de Ingobernabilidad Permanente contra el Gobierno
Bolivariano (Ver mi trabajo en Aporrea y en la página de la Red PatriaUrgente),
tiene que ver con que el Presidente Chávez fue líder de este proceso de lucha
por la soberanía solidaria, opuesto al concepto decimonónico de confrontación
entre naciones y pueblos. Como ya dije, para que el imperio logre
relanzar el Alca, debe derrotar a movimiento bolivariano.
Ese concepto decimonónico es
abiertamente reaccionario. Dentro de ese proceso las fronteras nacionales se
convirtieron en símbolo de discriminación y de poder, que quedó muy bien
definido en un poema de Aníbal Nazoa, Punto y Raya, que dice:
Entre tu pueblo y mi pueblo / hay un punto y una raya. / La raya dice no
hay paso / el punto vía cerrada.
Y así entre todos los pueblos / raya y punto, punto y raya. / Con tantas
rayas y puntos el mapa es un telegrama.
Caminando por la vida / se ven ríos y montañas / se ven selvas y
desiertos / pero ni puntos ni rayas.
Porque estas cosas no existen / sino que fueron trazadas. / Para que mi
hambre y la tuya / estén siempre separadas.
8.2) Para la soberanía solidaria
(distinta a la soberanía nacional-socialista impulsada por Hitler relacionada
con la idea del “espacio vital”, para impulsar el fascismo y justificar la
guerra), la redefinición de las
fronteras, en el proceso de la soberanía solidaria, es la afirmación de una
visión necesaria para ir al encuentro, a la unión con los otros para fortificar
la lucha por la liberación y la independencia nacional mediante la creación de
unidad y alianzas políticas que incrementen la posibilidad de derrotar a las
fuerzas imperiales.
Para las fuerzas imperiales que
impulsan la globalización neoliberal, es imprescindible derrumbar cualquier
frontera nacional, que no sólo obstaculice sino que se
oponga a las fronteras que el mercado va estableciendo para que prosperen
circuitos productivos que alimenten las redes productivas y comerciales del
capital transnacional, mantenido diariamente por la acumulación de capital
financiero, uno de los fundamentos de los tratados de libre comercio que van
destruyendo producciones e inversiones que el capital trasnacional va
desechando, y estimulando aquellas que este está impulsando (producción de
alimentos transgénicos, guerra robótica y cibernética, bioingeniería,
geoingeniería, etc.).
Ningún país sólo o unido con otros,
debe estar en capacidad de generar una producción soberana. No, sólo puede
producir como un departamento de las grandes corporaciones trasnacionales de
acuerdo con la división internacional del trabajo que estas tengan planteada.
No como un proceso de integración soberana que genere procesos independientes
de las fuerzas del capital.
La redefinición de las fronteras dentro
del proceso de la soberanía solidaria, es la defensa de la interdependencia, la
interrelación, la complementariedad, la unión de la diversidad y la diversidad
de la unión y la solidaridad como principios de la vida humana en común, de la
unidad de los pueblos y de la unidad de los pueblos con la naturaleza, como
convergencia de todos con la madre tierra, como fundamentos de una Ecología del
Bienestar.
Se ha venido asestando golpes severos a
los Estados nacionales y a la soberanía de las naciones. Resulta evidente que
hay una tendencia hacia la unidad de los pueblos más allá de las fronteras
nacionales tradicionales. Dicha tendencia ha ido madurando simultáneamente con
el avance del capital hacia la destrucción de las fronteras soberanas y en
general, de cualquier frontera como afirmación política o cultural que pueda
convertirse en obstáculo para la acumulación de capital.
La tendencia hacia la unidad de los
pueblos marcha inexorablemente hacia el derrumbamiento de las fronteras que el
capital ha venido construyendo e imponiendo. Fronteras religiosas, étnicas,
geográficas, culturales, políticas, plenas de prejuicios, de odio, violencia y
discriminación, que deben ser eliminadas para rescatar y permitir que
fructifique la diversidad humana, de la sociedad, de las naciones, de la
naturaleza, del planeta, del universo, liberándola precisamente de la cultura
de la opresión y la violencia. La multidiversidad de creencias (que sin embargo
son convergentes), de la organización social, de las miradas, de los saberes,
de los colores de la piel y de las flores, pétalos y semillas del pensamiento.
Cuando el pensar, el hacer, el soñar no
son procesos separados sino convergentes en la diversa aspiración personal y
colectiva por construir un mundo mejor. Donde el Poder de las personas y de la
sociedad se exprese como el poder hacer, el poder pensar, el poder amar, el
poder vivir sin opresión, sin dominación, sin explotación.
El capital avanza destruyendo fronteras
para aplastar la diversidad de la humanidad y de la naturaleza e imponer una
visión totalitaria y uniformadora del mundo, la visión del capital fundada en
el mercado global, que ha penetrado los intersticios
de nuestra mente, de nuestro espíritu, de las familias, de la sociedad, de la
humanidad, de la naturaleza, de los ecosistemas, del planeta, fundada en el
egoísmo y el individualismo orientados hacia el éxito material que significa
poseer más y más, acumular más y más. Una carrera enloquecida regida por una
competencia feroz a ver quien derrota a quien. La humanidad de la Humanidad, la
naturalidad de la naturaleza, la universalidad y multidiversidad planetaria,
son sustituidas por la antihumanidad, antinaturaleza y la violencia racional
del capital.
Un movimiento nacional-mundial de los
pueblos, uno y diverso, soberano e interdependiente, diferenciado e integrado,
articulado y plural es un rumbo que se va transitando desde muy variados
intersticios sociales-mundiales. Del
fortalecimiento de esos procesos depende el futuro de la humanidad y del
planeta. Esta es una gran diferencia entre las revoluciones del siglo XX
y las del siglo XXI, pues el socialismo del siglo XX también trató de aplastar
la diversidad. El socialismo del siglo XXI sólo puede afirmarse a partir de la
diversidad, su reconocimiento y el favorecimiento de la unidad fundada en la
libertad, la democracia y la cooperación solidaria. El amor altruista será el
denominador común.
En la medida que ha ido avanzando la
globalización neoliberal y la clara hegemonía del capital financiero, la
ofensiva contra el Estado y la soberanía nacional se ha intensificado. La
seguridad y la protección social, la salud, la educación y en general las
políticas sociales, han sido las primeras víctimas.
La mejor política social es una buena
política económica, dicen, pero hay que agregar, según ellos, una política
económica neoliberal que confía en que el mercado puede proporcionar buena
salud, educación, seguridad social, etc., en la medida que todas esas
actividades van siendo transformadas en negocios rentables para el capital
privado. Luego, esto se ha ido extendiendo hacia las políticas ambientales y la
privatización de la naturaleza.
Cada vez más se usurpan funciones y
atribuciones de los Estados soberanos. Hasta las funciones que tradicionalmente
las doctrinas liberales le atribuían a los Estados, como garantizar la
seguridad exterior e interior, van siendo irrespetadas. Hay un Estado
latinoamericano que se jacta de no tener ejército, pero cede territorio para
que se instalen fuerzas militares de EEUU. La guerra, los ejércitos, las
banderas y las cárceles vienen siendo privatizadas.
8.3) El Estado viene siendo expropiado
de la tarea y la misión de garantizar la seguridad pública. Ella viene siendo
manejada mediante un pacto mafioso administrado por bandas delincuenciales con
conexiones transnacionales, que primero, te
genera inseguridad multiplicando crímenes, atracos, secuestros exprés,
violaciones... Luego, te vende seguridad, te “convence” mediante el chantaje,
el uso de la fuerza (hasta el asesinato como último “argumento” persuasivo) y
la seducción, que si pagas la cantidad de dinero que se te exige, las bandas
criminales tienen la “responsabilidad de protegerte”. En varios lugares del
mundo y hoy en Venezuela a través de grupos narco-paramilitares, el Estado
viene siendo desplazado de sus funciones de preservador del orden público y
administrador de justicia, por esas bandas delincuenciales al servicio del
capital transnacional.
8.4) Esto tiene claras repercusiones en
el proceso de rearticulación y recolonización del mundo que avanza
aceleradamente y las consecuencias que esto está teniendo en el derecho
internacional público, el derecho
internacional humanitario, el derecho penal, en fin, sobre toda la armazón
jurídica e institucional que surgió durante el período posterior a la Segunda
Guerra Mundial, conocido corrientemente como la post-guerra.
Las repercusiones sobre el
multilateralismo y organismos multilaterales como la ONU, son sumamente
importantes. No las queremos ver y seguimos negociando y participando en ellos
como que si nada de esto estuviese pasando. La conclusión no es que nos
retiremos de ellos, cuestión que he aclarado una y otra vez, pero tenemos que
cambiarnos los lentes y el prisma a través del cual miramos y pensamos.
Hoy las fuerzas imperiales van
aplicando la doctrina de que las naciones sólo tengan policías, no ejércitos,
salvo que los ejércitos estén bajo el mando de las fuerzas militares
estadounidenses o de la OTAN, lo que los convierte en fuerzas transnacionales
para la agresión al servicio de los intereses de la dominación.
Es conveniente ratificar que el
neoliberalismo no es una simple política económica, es una concepción del
mundo, de la sociedad, de la vida, de las
interrelaciones cotidianas entre los seres humanos y de estos con la
naturaleza. Comúnmente, las propuestas neoliberales se disfrazan de propuestas
económicas como el equilibrio presupuestario, la eliminación del déficit
fiscal, la autonomía de los bancos centrales, las devaluaciones, los acuerdos
de libre comercio, etc. Sin embargo, esas medidas van modelando la existencia
de los pueblos y de las naciones, van impidiendo y destruyendo los mecanismos
interclasistas de diálogo, destruyendo la democracia y generando instituciones
totalitarias, extendiendo las relaciones de mercado a través de todos los
intersticios de la sociedad, destruyendo los valores solidarios e
institucionalizando el egoísmo y el individualismo como los valores claves
tanto de la existencia humana como de la naturaleza.
9) Estamos viviendo el despliegue de la
contrautopía neoliberal.
La generalización de la pobreza de la tierra y de la gente; la
destrucción de la democracia y la implantación del totalitarismo, son
resultados inevitables de un proyecto orientado a universalizar las relaciones
de mercado en la creencia de que cuando todas las formas de existencia se
conviertan en mercancías y tengan un precio, se podrán eliminar todos los
factores que interfieren el “normal” funcionamiento del mercado.
Se supone que sin esas interferencias
(intervención del Estado, cobro de impuestos a los que tienen potencial para
invertir, protección a productores ineficientes, subsidios, etc.) el mercado
podrá organizar todas las relaciones políticas, sociales, económicas,
culturales de manera “eficiente”, logrando la máxima productividad, los máximos
equilibrios y la mayor suma de “felicidad.”
Ese sería el fundamento de la
democracia y de los derechos humanos. Si el mercado funciona libremente, los
“meritos” individuales tendrían como contraprestación el disfrute de
determinados derechos, pues todo tiene un “precio”. Tampoco se puede “regalar”
derechos y libertades. Hay que saber “ganárselas”, con “esfuerzo, con
“trabajo”.
Las anteriores son verdades de sentido
común ubicadas en una especie de universo ideal donde no existe acumulación de
capital fundamentada en la explotación de los seres humanos y de la naturaleza.
Por supuesto, no hay duda de que los
logros tienen que ver con el esfuerzo, con el trabajo. El problema es cuando
ese esfuerzo y ese trabajo están regulados por otros y no tenemos una opción
diferente a la de la subordinarnos a las exigencias del empleador. Todavía hoy
en EEUU no hay una legislación de carácter universal que garantice que cuando
un trabajador por razones de salud falte al trabajo, ese día le sea remunerado.
O va a trabajar, sean cuales sean sus condiciones físicas o mentales y de esa
manera acumula “méritos” como trabajador, o falta y no sólo no recibe el
salario que debería corresponderle, sino que entra en la lista de los que no se
“esfuerzan”.
El que no proceda de esa manera, pues,
no tendrá “derechos” y “libertades”. No puede obtenerlas a expensas de los
demás. Estas como verdades de “sentido común”, repito, son las que el monopolio
mediático difunde manipulando opiniones previamente implantadas a través de
diversos componentes de la vida cotidiana, que la van modelando, determinados
por la ideología dominante y el cotidiano bombardeo a través de los llamados
medios de comunicación.
En el fondo esto es está detrás del por
qué en EEUU no se celebra el Día de los Trabajadores (Workers Day), el 1° de
mayo, sino el Día del Trabajo (Labor Day), el 03 de septiembre. Por supuesto no
se celebra el 1° de mayo, que conmemora la gesta de los trabajadores en la
ciudad de Chicago, EEUU, en 1886, contra la explotación del capital, sino el
día en que, cumpliendo con el deber de trabajar que imponen el mercado y los
fundamentalismos religiosos, “gustosamente” trabajamos para el capital como el
camino para acumular méritos y por tanto, tener derecho al salario. Los
derechos, pues, son el resultado de los “méritos” que como explotados,
“acumulamos” ante los dueños del capital. Eso lo celebra la generalidad de las
tiendas realizando ofertas especiales para que los ciudadanos cumplan con otro
deber “sagrado”: el de consumidores.
Se olvida que los derechos y
libertades existentes hoy, en ningún caso han sido un regalo. Han costado la
sangre, la vida, torturas, prisiones, persecuciones de millones de mujeres y
hombres, de pueblos, que a través de siglos de lucha, han logrado esas
conquistas.
Hoy la cúpula militar-financiera
mundial, a sangre y fuego y también de la seducción, está negando dichas
conquistas que llegaron a institucionalizarse con el Estado del Bienestar, que
hoy está siendo desmantelado por la globalización neoliberal. Aquellas que sean
permitidas, lo serán como resultado de las relaciones de de fuerza que se
establezcan en el mercado, como expresión de las relaciones de poder que
mediante diversas formas de violencia se están instaurando en el mundo.
El fundamentalismo neoliberal,
emparentado con fundamentalismos religiosos totalitarios como los del Tea
Party, establecería, si triunfa, la peor dictadura que hayamos podido conocer.
De esa dictadura ya hay claras muestras en el mundo. El programa del Tea Party,
en EEUU, el renacimiento de movimientos neofascistas en Europa, las severas
restricciones a la democracia, a los derechos humanos, a las organizaciones de
los trabajadores, las persecuciones religiosas y étnicas…
10) ¿Puede haber un retorno hacia el
Estado del Bienestar, hacia un capitalismo con rostro humano?
La actual correlación de fuerzas que
domina al mundo, como ya lo hemos señalado, está desmantelando las soluciones
socialdemócratas y keynesianas. De hecho, la socialdemocracia y el
socialcristianismo han renunciado a sus antiguos programas y han acogido
firmemente los dogmas neoliberales.
Esto me hace pensar que los procesos de
transformación que no den el salto del Estado del bienestar hacia una
transformación sustancial de la sociedad, orientada a revolucionar el conjunto
de las relaciones de producción del capital, corren el serio riesgo de
involucionar y quedar atrapados por la globalización neoliberal. Esta
involución la vemos claramente en Europa y ese riesgo existe en América Latina.
Parece que hay quienes apuestan al
derrocamiento del Presidente Maduro en la creencia de que habrá un gobierno de
transición que los llamará a gobernar como representantes de la “izquierda” no
chavista ¿Es eso posible? ¿Es decir, el gobierno bolivariano podrá ser
sustituido por un gobierno que continúe la reforma social?
A juzgar por los métodos que están
utilizando, propios de una revuelta fascista, con apoyo internacional de la
derecha estadounidense y de los países más derechistas de América Latina y el
Caribe como Panamá, no parece posible.
Por otra parte, la evolución de la
situación mundial no parece apuntar en esa dirección. Esto lo he discutido en
otros escritos. Lo que de manera muy rápida podemos observar es que el proceso
de reconfiguración y recolonización del mundo ha venido avanzando
aceleradamente y no está claro que esto pueda modificarse a corto plazo. La
destrucción de Irak, Libia, Palestina, la que ahora se desarrolla en Siria, la
amenaza contra Irak y la presente amenaza contra Venezuela y en general, contra
la Alba, no presagia un cambio fundamental en las tendencias mundiales.
Derrotar en Venezuela la ofensiva
imperial desestabilizadora seguramente tendrá significación
estratégica, pero la lucha venezolana, que es nacional-mundial, no tiene corto
plazo. Si se logra canalizarla a hacia las elecciones parlamentarias de 2015,
eso, en principio, podría ser una victoria; pero hay que tomar en cuenta que la
campaña electoral de la derecha, también incluye la desestabilización para
tratar de llegar a esas elecciones con el gobierno del Presidente Maduro
seriamente debilitado y de esa manera, crear condiciones para intentar
transformar la destabilización en victoria electoral.
Victoria, que si ocurre, probablemente
una a toda la oposición para profundizar la desestabilización, reforzada con el
control de la Asamblea Nacional, que trataría de bloquear la acción de gobierno
del Presidente Maduro.
La derrota de la desestabilización
tiene que ser en toda la línea, de tal manera que el Presidente Maduro pueda
gobernar bien y garantizar el triunfo en las elecciones parlamentarias de 2015.
Esto significa, entre otros factores, ganar la guerra económica, que conlleva
ganar la batalla por la producción, por la conciencia y los imaginarios
populares.
En relación al panorama mundial hay que
observar el desenvolvimiento del reciente conflicto entre Rusia y EEUU y la
manera como se pueda involucrar China en él.
Ante el golpe de Estado en Ucrania,
Rusia no tenía otra opción que reaccionar como lo hizo, pues con ese golpe de
Estado el cerco estratégico del Pentágono-Otan sobre Rusia, se cerraba
peligrosamente. Por eso Putin dijo ante el congreso de Rusia, que occidente
había cruzado la línea roja. Ahora se trata de ver quién va a parpadear.
La derecha estadounidense no va a
permitir que el gobierno de Obama retroceda y Putin arriesga demasiado si lo
hace y yo creo que no lo puede hacer.
Quien puede desempatar este juego es
China, quien tiene un arma poderosa: desatar una guerra económica contra el
dólar exigiéndole a EEUU oro, a cambio de los dólares que China posee. También
tiene la opción de hacer una jugada con los bonos de la deuda estadounidense
que tiene ¿Hará China esa jugada? ¿Cómo consecuencia resultará un mundo más
justo, más democrático, más igualitario? Por ahora no debo especular sobre
esto. Hay que seguir observando... Lo cierto es que una alianza Rusia-China
significaría un serio contratiempo para los planes imperiales.
Si todos los movimientos tácticos se
van afirmando en el fortalecimiento del poder del pueblo, cuando el pueblo va
siendo ese 90% que no tiene compromisos con el capital, se puede ir formando un
amplio horizonte donde todos los matices confluyan, al final, en la dirección
de revolucionar las relaciones de producción del capital, instaurando un
proceso de producción como producción y conservación de la vida, de toda la
vida, la vida humana y la vida natural. Cuando la producción es un proceso
material-espiritual sinónimo de creación, cuando todos, creyentes o no en Dios,
seamos creyentes firmes en una nueva civilización que renuncie al
individualismo, al egocentrismo y a unos patrones de consumo y producción
fundados en el lujo, el derroche y los caprichos materialistas que están
destruyendo a la humanidad y al planeta.
Vamos a hacer del siglo XXI el siglo de
la luz positiva, la luz que no se concentra sino que se difunde como expresión
de crecimiento espiritual y material de todos los habitantes de la tierra: los
seres humanos, las plantas, los animales, las piedras. El planeta azul entonces
podrá ser eje del sistema planetario solar, no a la manera como lo creía
Ptolomeo, sino porque todos los seres estaremos construyendo en la tierra, un
mundo de luz capaz de expandirse en todas las direcciones: la luz de la liberación,
la luz de la paz.
Anexo
Aun cuando no creo que la dolarización
avance ahora en Venezuela, sin embargo, está propuesta y es bueno conocer una
argumentación básica sobre el problema, pues estos son de esos temas que se
anuncian y se quedan por ahí al acecho, como en una especie de emboscada.
Entonces, me pareció prudente publicar este anexo.
Problemas de la dolarización
1) La dolarización es inconstitucional
No parece que esta propuesta tenga
mucho espacio dentro del actual debate que se realiza en Venezuela, pero como
la ofensiva desestabilizadora tiene muchas aristas y actores, no he querido
dejarla pasar por alto. En todo caso es muy conveniente para las fuerzas que se
han propuesto derrocar al proceso bolivariano. Mi actitud es más preventiva.
Como lo saben bien los que proponen la
dolarización de la economía venezolana, un aspecto medular del Art. 318
constitucional es: “La unidad monetaria de la República Bolivariana de
Venezuela es el Bolívar. En caso de que se instituya una moneda
común en el marco de la integración latinoamericana y caribeña, podrá adoptarse
la moneda que sea objeto de un tratado que suscriba la República.” Es
decir, un tratado que deberá ser discutido y aprobado por la Asamblea Nacional
de la República Bolivariana de Venezuela como resultado de una moneda común que
surja en marco de la integración latinocaribeña. Parece que para llegar a la
propuesta de la dolarización, primero hay que modificar la relación de fuerzas
existente hoy en nuestro continente y por otra parte otra parte, modificar la
que existe en la sociedad venezolana. Aun cuando el imperio está trabajando muy
activamente por lograr estos objetivos, no es fácil que ocurra. Hay una vieja
táctica que es alborotar con una propuesta que se sabe bien no será acogida en
lo inmediato, pero ponerla a correr como globo de ensayo. Voy a tratar de ir
pinchando ese globo y mostrar que no estamos distraídos.
Proponer la dolarización de la economía
venezolana implica reformar la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
lo que obviamente requiere un proceso más o menos prolongado. Por lo tanto,
dada la urgencia con la que lo están planteando, ello debe implicar un proceso
extraconstitucional ¿Será casual que se presente en pleno proceso de
radicalización de las guarimbas y la desestabilización para derrocar al proceso
bolivariano? ¿Entonces la dolarización forma parte del programa de los
desestabilizadores? De ser así, clarifica más el fuerte alineamiento con la
política imperial y en particular con EEUU.
Esta propuesta tiene también como
finalidad profundizar la desconfianza en el bolívar y por tanto, favorecer la
dolarización, de hecho, de la economía venezolana. A los especuladores, les
conviene debilitar de bolívar, sobre todo, la desconfianza en él e incrementar
la fuga de divisas y la fuga de capitales. De hecho, en lo inmediato, forma
parte del proceso de desestabilización.
2) Lo que dice el FMI y nuestras
observaciones y conclusiones
Voy a citar al FMI por cuanto las
afirmaciones que él hace, sus recomendaciones y conclusiones son, generalmente,
la guía fundamental de los políticos, economistas, politólogos, etc. que se
ubican en lo que convencionalmente se viene llamando la derecha, la centro
derecha e incluso, eso que se denomina la centro izquierda.
Tomaré como referencia un folleto
publicado en la colección Temas de Economía 24, denominado Ventajas
e inconvenientes de la plena dolarización, escrito por
Amdrew Berg y Eduardo Borensztein, publicado por el Fondo Monetario
Internacional, Washington, Diciembre 2000. Una afirmación de punto de
partida es la siguiente:
El atractivo principal de la plena dolarización es que elimina el riesgo
de devaluación fuerte o repentina del tipo de cambio del país. Esto puede
llevar a que el país pague una prima de riesgo menor en sus empréstitos
internacionales. Las economías dolarizadas quizá gocen de un nivel de confianza
más elevado entre los inversores internacionales, tasas de interés más bajas
para el crédito internacional, menores costos fiscales y niveles más elevados de
inversión y de crecimiento.
Como puede observarse las ventajas que
el FMI señala son ventajas vinculadas a la integración y articulación de la
economía nacional con la economía mundial, es decir, a la globalización
neoliberal, por lo tanto al atractivo que puede ofrecer a "los
inversores internacionales". La otra "ventaja" se
deriva de la pérdida de soberanía monetaria: "elimina el riesgo de
devaluación fuerte o repentina del tipo de cambio del país". Obviamente
quien puede devaluar, revaluar, estabilizar... es el gobierno de EEUU o los
movimientos especulativos que se realicen tanto en el mercado de EEUU y/o en el
mercado mundial ¡Tremenda ventaja!
Ahora, si el país se plantea un modelo
de desarrollo "desde dentro", fundado en la soberanía y la independencia,
entonces debemos decir que la dolarización y en general, cualquier propuesta o
circunstancia en la que perdamos la soberanía monetaria y/o nos obligue a
contratar créditos con la banca internacional, lo que generalmente requiere el
aval del FMI y la aceptación de las condicionalidades que este organismo suele
colocar, nos pone en el camino del desarrollo "desde fuera", es
decir, un desarrollo condicionado por el capital internacional.
A esto puede conducirnos no sólo
la dolarización, que es muy poco probable en Venezuela, sino también la
existencia de vulnerabilidades tales como problemas con las reservas
internacionales, déficit fiscal, fuga de capitales, alta inflación, devaluación
constante del bolívar, escasez de productos básicos,... En Venezuela esta ha
sido la consecuencia inevitable del Modelo Petrolero Transnacional, que se
impone entre nosotros desde el momento en que Juan Vicente Gómez derrocó a
Cipriano Castro (ver mi trabajo La Petrolia del Táchira y el Modelo Petrolero
impuesto por el Capital cuando Juan Vicente Gómez derrocó a Cipriano Castro,
publicado tanto por Aporrea como por la página de la Red PatriaUrgente).
Generalmente el resultado inevitable ha sido el endeudamiento y por esa vía,
entre otras, la pérdida de soberanía.
Si ante los problemas económicos
actuales tomamos el camino del endeudamiento con la banca internacional, a lo
mejor tendríamos que decir, recordando un refrán de los marinos venezolanos:
"tanto nadar para morir en la orilla". Significaría que el modelo petrolero
que heredamos de Juan Vicente Gómez, sigue "vivito y coleando". Estoy
seguro de que ese no es el camino por el que va a optar el Presidente Maduro.
Venezuela tiene otras opciones. Como ya
dije, tengo la convicción de que el Presidente Maduro sabrá tomar los caminos
que preserven nuestra soberanía. Un fundamento de esos caminos es no permitir
que el capital gane en la mesa de negociaciones, lo que el pueblo venezolano ha
derrotado en 18 elecciones, cuando el golpe de estado de abril de 2002, el paro
petrolero de diciembre 2002 y enero 2003 y diversos combates defendiendo la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el derecho a realizar
cambios profundos de la sociedad venezolana, transitando por la senda de la paz
y la no violencia.
Veamos lo que continúan señalando los
mencionados voceros del FMI:
La característica principal de la dolarización es que es de tipo
permanente, o casi.
Es decir, no se trata de que dolarizamos hoy y dentro de dos años nos
retiremos y asumimos de nuevo el bolívar. Una vez que nos colocamos esos
grillos, no podemos luego quitárnoslos como quien se quita un par de zapatos.
Continúan diciendo:
Los países que no dispongan de suficientes reservas sobre el exterior
para comprar la moneda nacional y dolarizar, enfrentarían costos indirectos
adicionales para poder efectuar la operación inicial de compra.
Para retirar la moneda nacional hay que comprarla a sus tenedores (el
público, los depósitos de los bancos) y entregarle dólares. Obviamente el Banco
Central de Venezuela no puede emitir dólares para comprar bolívares., por
lo que esta operación depende del volumen de las reservas que se mantengan en
dólares.
Así continúan los comentarios del texto citado:
Un argumento poderoso, aunque también a largo plazo, a favor de la
dolarización legal es que facilita la integración económica con el resto del
mundo y hace más difícil aislar al sistema financiero nacional. Puede que la
dolarización establezca una base firme para la solidez del sector financiero y
de esta manera fomente un crecimiento económico fuerte y sostenido. Se aduce
que la dolarización se percibirá como un cambio institucional irreversible
hacia condiciones de baja inflación, responsabilidad fiscal y transparencia. Es
más, puede que la dolarización contribuya a una mayor integración económica de
lo que sería posible con Estados Unidos... (Es decir, una mayor subordinación a la economía y a los intereses
estratégicos de EEUU y la probable muerte de la soberanía nacional, NN)
El gobierno pierde cierta capacidad para reaccionar ante una retirada
súbita de depósitos bancarios en el sistema. En caso de pérdida generalizada de
confianza, las autoridades no podrían garantizar la totalidad del sistema de
pagos ni respaldar completamente los depósitos bancarios.
En definitiva, la capacidad de imprimir dinero si hace falta es lo
que permite que un banco central garantice sin fisuras que se satisfará
plenamente todo derecho monetario (en moneda nacional) en cualquier
circunstancia. Si la capacidad de imprimir dinero desaparece, surgen limitaciones
en la función de prestamista de última instancia. Un país con una economía
plenamente dolarizada que ya haya gastado sus reservas en divisas para rescatar
la masa de moneda nacional podría muy bien carecer de recursos que le permitan
reaccionar.
Desde el punto de vista económico, el derecho a emitir la moneda del
país otorga al gobierno unos ingresos de señoreaje, que aparecen como
utilidades del banco central y que se transfieren al gobierno. Ese ingreso lo
perderían los países que dolaricen y lo recibiría Estados Unidos a menos que
consintiera en compartirlo.
El país que dolarice su economía cederá toda posibilidad de tener una
política monetaria y cambiaria autónoma, comprendido el recurso al crédito del
banco central para facilitar liquidez al sistema bancario en situaciones de
dificultad.
Esta argumentación está referida a la dolarización plena, es decir, a la
dolarización asumida oficialmente como Ley de la República. El problema es
que la economía venezolana de hecho se ha ido dolarizando en la medida
que el bolívar ha ido perdiendo su significado como medio de pago, unidad de
cuenta y reserva de valor. La inflación, los procesos especulativos contra el
bolívar y la economía venezolana y muy especialmente, los fracasos en construir
una economía productiva que sustente el valor de nuestra moneda, han sido
factores claves en la depreciación y devaluación de nuestra moneda.
El factor decisivo, a mi entender, ha sido la sobrevivencia de un modelo
petrolero que durante la Cuarta República condujo a debilitar (incluso a
destruir) la producción no petrolera, al endeudamiento, al déficit fiscal, a
problemas en la balanza de pagos, a la corrupción y a la depreciación y
devaluación de nuestra moneda (ver mi trabajo sobre La Petrolia del Táchira y
el Modelo Petrolero Impuesto por el Capital cuando Juan Vicente Gómez derrocó a
Cipriano Castro, publicado por Aporrea y la página de la Red PatriaUrgente).
Los problemas de nuestra moneda no son sólo la expresión de problemas
coyunturales sino también de profundos desequilibrios estructurales. En
consecuencia, las soluciones deben trabajar simultáneamente los dos aspectos.
Esto no es extraño, pues ello implica una profunda revolución no sólo en la
economía sino también en las relaciones de poder, en la cultura, los patrones
de consumo y producción, entre otros aspectos. Uno de los problemas de las
revoluciones es que siempre ha sido y es más fácil, dejarse llevar por el
camino de la tradición y la costumbre, uno de los núcleos duros de la
dominación. La restauración del capitalismo en la Unión Soviética y en
otros países, ha tenido en el triunfo de la tradición y la costumbre una fuerza
contrarrevolucionaria decisiva. Hay tradiciones y costumbres que es conveniente
conservar, como las tradiciones solidarias y de trabajo colectivo. Otras
como las fundadas en el individualismo, deben ser revolucionadas.
El peso de las tradiciones
y costumbres reaccionarias tiene que ver particularmente con el hecho de que no
se mueven sólo desde nuestras prácticas y reflexiones conscientes, sino
fundamentalmente desde el inconsciente. Hace ya un buen
tiempo sostuve, precisamente, que eso que se llama la formación de cuadros y
militantes, no tiene que ver sólo con el desarrollo de la conciencia
revolucionara sino de manera vital, con la revolución del inconsciente.