miércoles, 23 de octubre de 2013

El Conflicto Laboral En Dianca

NOTAS LABORALES


Atilio Hernández R.

EL CONFLICTO LABORAL EN DIANCA 

(PTO. CABELLO, 2013)


El principal astillero nacional, realización del gobierno dictatorial del Gral. Marcos Pérez Jiménez, se encuentra en terapia intensiva. Pese a las sucesivas visitas de delegaciones iraníes y chinas, la modernización y relanzamiento de DIANCA se ha convertido en una esperanza frustrada. DIANCA podría ser una sólida fuente de empleo productivo y hacer un aporte significativo en el quehacer económico. Pero, a duras penas, DIANCA ha sido una especie de empresa-escuela donde se han formado técnicos y obreros especializados que han ido a parar a otras empresas de la zona o fuera de ella.

En el último medio siglo, DIANCA ha visto pasar dos administraciones, una militar: la de la Armada Nacional (FANB), y una civil: la de PDVSA.  Ambas administraciones han sido un completo fracaso operacional y, lo que es más grave, se han visto envueltas en dudosas contrataciones teñidas de corrupción donde destaca la adquisición de dos (2) grúas, inadecuadas y costosas, que tal vez haya sido en los últimos tiempos el único intento, en vida del Presidente Chávez, de inyectarle dinero para fines de inversión.

La nómina de DIANCA es excesiva para sus necesidades operacionales. El clientelismo político de los gobiernos de la Cuarta y ahora de la Quinta República la ha poblado de un personal que carece de oficio y lo asignan para dirigir trabajadores que saben más que ellos acerca de las pocas labores que se hacen en el astillero.

La seguridad ocupacional de los trabajadores no está garantizado dado el deterioro de las instalaciones y la inexistencia de un verdadero programa de mantenimiento preventivo y correctivo. A consecuencia de ello, las labores se vienen haciendo cada vez más riesgosas para la vida y salud de los trabajadores.

Los salarios son mínimos para la mayoría de los 1.300 trabajadores que laboran en DIANCA, de 2.702 bolívares mensuales más una cesta ticket de 0,60 UT  (Bs. 1.400) que no alcanza para cubrir el costo de la cesta básica de alimentos que al decir del CENDAS frisa los 6.000 bolívares mensuales.

Desde 2008 se encuentra vencido el contrato colectivo. Tras la huelga de 2012, la empresa hizo compromisos que no ha honrado sobre fondo de pensiones y pago de diferencia de utilidades del  2011 y 2012.

Hartos de engaños y cansados de la indolencia oficial, los dianqueros han declarado una huelga de brazos caídos demandando justicia social.  Es hora de que se atienda efectivamente las necesidades de este numeroso grupo de trabajadores y sus familias, principalmente un ajuste en la escala de sueldos del tabulador y mantener el salario mínimo de DIANCA un 20 % por encima del salario mínimo nacional. Piden además  un bono compensatorio por el retardo contractual  de Bs. 30.000 para cada trabajador.

Me solidarizo plenamente con ese movimiento laboral y su nueva dirigencia sindical.

Consultas por escrito en:
@atiliohernandez (Twitter)

0414-341 3641


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